Decepción

Llevo varios días buscando ansiosamente la crítica de la Gala de Jóvenes Estrellas de la Danza que se celebró hace unos días en Segovia y estoy decepcionada y sorprendida por no encontrarla.Y no fue una gala cualquiera, fue "La Gala", porque estuvo el mejor bailarín que yo he visto: Ángel Corella. Aún hoy me estremezco al recordarle en El Corsario. Los espectadores aullaron, en el sentido literal, al contemplar la variación que hizo. A mi hija se le saltaron las lágrimas de emoción y sólo acertaba a decir "¡Dios!, es lo mejor que he visto". Y ha visto todo lo que se pueda ver.

Esta figu...

Llevo varios días buscando ansiosamente la crítica de la Gala de Jóvenes Estrellas de la Danza que se celebró hace unos días en Segovia y estoy decepcionada y sorprendida por no encontrarla.Y no fue una gala cualquiera, fue "La Gala", porque estuvo el mejor bailarín que yo he visto: Ángel Corella. Aún hoy me estremezco al recordarle en El Corsario. Los espectadores aullaron, en el sentido literal, al contemplar la variación que hizo. A mi hija se le saltaron las lágrimas de emoción y sólo acertaba a decir "¡Dios!, es lo mejor que he visto". Y ha visto todo lo que se pueda ver.

Esta figura del ATB es sin duda uno de esos genios que salen cada 50 años. Antes estuvo Baryshnikov, hoy está Ángel. No alcanzo a comprender cómo a un bailarín de esa categoría no le invitan a bailar en Madrid o Barcelona, donde mucha más gente podría, y debería, disfrutar de su arte.

En fin, yo quiero dejar patente mi perplejidad porque este acontecimiento no haya encontrado un hueco en su periódico, que siempre se ha ocupado del ballet y ha seguido puntualmente todos los acontecimientos importantes. ¿Por qué éste no? Calidad tuvo, no sólo por Corella, sino por el magnífico Joaquín de Luz o la maravilla de Clara Blanco, para merecer la atención de EL PAÍS.- .