El precio de la fama

Nélio Nazario da Lima, padre de Ronaldo, ha estado junto a su hijo durante toda la crisis. Le acompañó en París y lo ha hecho estos últimos días en Río de Janeiro, hasta que Suzana Werner, tomó el relevo el viernes e inició 30 días de vacaciones con su novio. El destino de la pareja ha sido guardado celosamente para evitar seguimientos inoportunos.Padre e hijo han estado siempre muy unidos, según cuentan quienes les conocen y hoy más que nunca Nélio siente la obligación de proteger a su vástago. La relación entre ambos ha dado para escribir largas historias de la dependencia emocional del hijo...

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Nélio Nazario da Lima, padre de Ronaldo, ha estado junto a su hijo durante toda la crisis. Le acompañó en París y lo ha hecho estos últimos días en Río de Janeiro, hasta que Suzana Werner, tomó el relevo el viernes e inició 30 días de vacaciones con su novio. El destino de la pareja ha sido guardado celosamente para evitar seguimientos inoportunos.Padre e hijo han estado siempre muy unidos, según cuentan quienes les conocen y hoy más que nunca Nélio siente la obligación de proteger a su vástago. La relación entre ambos ha dado para escribir largas historias de la dependencia emocional del hijo, durmiendo abrazado con el padre. "Apenas tiene 21 años. Todos tienen que ayudar, dejando en paz al chico sin acosarle a preguntas. Pido un poco de privacidad para mi hijo", suplica Nélio. En casa de la madre, doña Sonia, en Jacarepaguá, todos están preocupados con la salud de su Ronaldinho. La madre, la hermana Yone, el cuñado Caio, el padrastro Airton y el padre Nélio le proporcionan una buena dosis de cariño. Este último ha dejado momentáneamente todos sus asuntos y se ha puesto a disposición de su hijo.

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"Es un chico de 21 años que tiene derecho a llevar una vida un poco normal", reclama también Reinaldo Pitta, empresario del jugador. Pero nada ha sido normal en la vida de Ronaldo los últimos tres años. ¿Acaso es normal haber firmado a los 21 años contratos publicitarios por sumas de dinero que le aseguran poco menos que el resto de su existencia? ¿Quién a su edad lleva con normalidad ser considerado el número uno del mundo en su especialidad? En Brasil no hay un solo medio de comunicación que cada vez que menciona el nombre de Ronaldinho no agregue el latiguillo "el mejor futbolista del mundo". Su amigo y compañero en el Inter de Milán Iván Zamorano le ha recordado que debe aprender a convivir con el asedio, a pesar de las dificultades. Y lo ha resumido en pocas palabras: "La fama obliga a vivir una vida absolutamente anormal".

La fama. Para Romario esta es la cuestión. "Tiene su precio", ha dicho, y, en su opinión, "Ronaldo no está preparado psicológicamente para ser el mejor del mundo, y por esta razón fue víctima de una crisis de estrés".

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