Un preso mata a su mujer de más de 20 puñaladas durante un permiso carcelario

Juan A. P., de 49 años, preso en la cárcel de Can Brians, asestó ayer más de 20 puñaladas a su esposa, Carmen de Vera, de 41 años, en su lugar de trabajo, una farmacia del paseo de Maragall de Barcelona. Juan A., al parecer despechado porque su esposa le había pedido el divorcio, aprovechó su primer permiso carcelario, a las 9.00 de la mañana de ayer, para asesinar a su esposa. La mujer ingresó cadáver en el cercano hospital de Sant Pau y el hombre huyó a pie del lugar del crimen.

Juan A. P. y Carmen de Vera eran padres de tres hijos. Juan A. cumplía dos condenas por narcotráfico -una...

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Juan A. P., de 49 años, preso en la cárcel de Can Brians, asestó ayer más de 20 puñaladas a su esposa, Carmen de Vera, de 41 años, en su lugar de trabajo, una farmacia del paseo de Maragall de Barcelona. Juan A., al parecer despechado porque su esposa le había pedido el divorcio, aprovechó su primer permiso carcelario, a las 9.00 de la mañana de ayer, para asesinar a su esposa. La mujer ingresó cadáver en el cercano hospital de Sant Pau y el hombre huyó a pie del lugar del crimen.

Juan A. P. y Carmen de Vera eran padres de tres hijos. Juan A. cumplía dos condenas por narcotráfico -una de 12 años y otra de 3- en la cárcel de Córdoba. El pasado mes de octubre pidió el traslado a una cárcel cercana a Barcelona porque, al parecer, su mujer le había pedido el divorcio y deseaba frenar, de la manera que fuera, tal iniciativa. El lunes, por primera vez desde su traslado a Cataluña, Juan A. salió de la cárcel con un permiso de cinco días, concedido por la Junta de Tratamiento del centro y autorizado, como es preceptivo, por el juez de vigilancia penitenciaria. El lunes, probablemente nada más iniciar su permiso, Juan A. llamó por teléfono a su mujer para amenazarla de muerte. Pero se guardó un dato crucial que hubiera alertado a la mujer sobre las verdaderas intenciones de su esposo: no le dijo que ya estaba en la calle con un permiso en su bolsillo. Las amenazas telefónicas debieron surtir efecto, porque la mujer, muy asustada, informó de ellas a sus vecinos de trabajo el mismo lunes. Tan aterrorizada estaba Carmen que ayer por la mañana se hizo acompañar por su hijo mayor -un joven de 17 o 18 años- a la farmacia en la que llevaba 15 años trabajando. Cuando el joven se fue y Carmen estaba en la farmacia con otra compañera iniciando su jornada laboral, irrumpió en el establecimiento Juan A. armado con un cuchillo. Se dirigió a su esposa y le asestó más de 20 puñaladas con un cuchillo. Aterrorizada, la compañera de trabajo de Carmen contempló la sangrienta escena. Cuando Juan A. dio por concluida su venganza y abandonó la farmacia, la compañera, con el horror gravado en su rostro, salió a la calle a pedir socorro. Junto a la farmacia, a 15 metros de ésta, se halla una peluquería regentada por una hermana de Carmen de Vera. Nadie pude hacer nada por su vida. Las puñaladas eran mortales y la farmacéutica casi ingresó cadáver en Sant Pau. Por otra parte, Lourdes F. , de 19 años, a quien su ex compañero sentimental asestó 12 puñaladas el pasado domingo, evoluciona favorablemente en el hospital Arnau de Vilanova de Lleida. El autor de los hechos, Samba C., de 31 años y de nacionalidad gambiana, padre del hijo de nueve meses de Lourdes, se encontró con ésta en un bar de Lleida durante la madrugada del pasado domingo. Al ver a su ex compañero, con quien convivió hasta hace cuatro meses, la joven salió del bar en compañía de su hermana. Samba C. las siguió hasta la plaza de los Gramátics, en el casco viejo de Lleida, arrastró a la joven hasta un descampado y la apuñaló.

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