That"s entertainment

Quienes fueron Extraños en un tren encontraron el otro día, en L"Alfàs del Pi un motivo para recordar Secretos de familia. Quiero suponer que el guionista y director de cine, Juan Luis Iborra, no acababa de poner los créditos, quizá los subtítulos, a la película que se estaba proyectando, en un directo insólito hasta ahora, por el segundo canal de TVV, Notícies 9, que bien podría ser El huevo de la serpiente. El creador de un festival que ha sudado las diez ediciones con sus colaboradores con El miedo del portero ante el penalty, hubo de tragar, con, imagino Carne trémula, la exhibición de Mal...

Quienes fueron Extraños en un tren encontraron el otro día, en L"Alfàs del Pi un motivo para recordar Secretos de familia. Quiero suponer que el guionista y director de cine, Juan Luis Iborra, no acababa de poner los créditos, quizá los subtítulos, a la película que se estaba proyectando, en un directo insólito hasta ahora, por el segundo canal de TVV, Notícies 9, que bien podría ser El huevo de la serpiente. El creador de un festival que ha sudado las diez ediciones con sus colaboradores con El miedo del portero ante el penalty, hubo de tragar, con, imagino Carne trémula, la exhibición de Maldito felpudo, protagonizada por el aún alcalde de L"Alfàs, Antonio Fuster. Fuster y el presidente de la Generalitat, hasta hace unos pocos meses protagonistas de Tacones lejanos, acabaron, la noche del viernes cuajando el guión, quizá ellos creían que mejorado, de Las amistades peligrosas. O puede que fuera Uno de los nuestros. La primera noche de mi vida, debió sentir que era la del pasado viernes el president Zaplana cuando accedió al escenario de la Casa de la Cultura de L"Alfàs del Pi. Y es que así lo había querido la primera autoridad alfasina -tan discreto en otras ediciones de este magnífico festival de cine-. Fuster parecía sentirse actor principal -con guión escrito por él mismo- de La venganza contra sus ex mentores, el PSPV, que consideró hace meses que debía apearle del partido. La Fiesta a que asistíamos los espectadores de TV y los invitados (¡pobres!: ellos que sólo iban a celebrar una vez más el espectáculo sobre el espectáculo y se encontraron con un día de acción de gracias Por un puñado de dólares) se convirtió, al principio del acto, en un plató donde se evidenciaba El final de la violencia. ¿Y qué necesidad tenían actores, directores, guionistas, invitados, periodistas de ver desnudos los Secretos del corazón -perdona, Montxo Armendáriz- de algunos políticos en un festival que se ha ganado el prestigio sin ellos? Juan Luis Iborra, ni este festival -feliz décimo aniversario, por cierto- se merece eso ni Todos los hombres sois (son) iguales. Juan Luis, enhorabuena y Abre los ojos.

Pere Miguel Campos es periodista.