Cinco choques, cinco pruebas
Jacquet no encuentra un puesto estable para Djorkaeff
Ni la intervención de Lionel Jospin ha eximido a Aimé Jacquet de un nuevo interrogatorio sobre sus planes ante el partido con Croacia. Ha dicho el primer ministro que Francia ya ha cumplido y de sobra. El seleccionador sabe, en cualquier caso, que tiene una deuda pendiente con el aficionado, convencido de que el potencial del equipo alcanza para llegar a la disputa del título por primera vez en la historia. Debe resolver un asunto capital: que la selección se reencuentre con el gol con la misma facilidad que sabe negárselo al rival.La solvencia defensiva está contrastada. Barthez ha encajado u...
Ni la intervención de Lionel Jospin ha eximido a Aimé Jacquet de un nuevo interrogatorio sobre sus planes ante el partido con Croacia. Ha dicho el primer ministro que Francia ya ha cumplido y de sobra. El seleccionador sabe, en cualquier caso, que tiene una deuda pendiente con el aficionado, convencido de que el potencial del equipo alcanza para llegar a la disputa del título por primera vez en la historia. Debe resolver un asunto capital: que la selección se reencuentre con el gol con la misma facilidad que sabe negárselo al rival.La solvencia defensiva está contrastada. Barthez ha encajado un tanto y de penalti (Dinamarca). La defensa zonal que integra el cuarteto Thuram-Blanc-Desailly-Lizarazu, apoyada por dos medios de gran despliegue y combatividad como son Deschamps y Petit (Boghossian es la alternativa), ha convertido a Francia en un equipo inaccesible. El problema se presenta a la hora de plantar el grupo en campo contrario. De un periodo de gran fecundidad en la primera fase (nueve goles) se ha pasado a la esterilidad: un gol en los partidos de octavos -Blanc, en la prórroga, ante Paraguay- y cuartos de final.
Eximido Zidane, el jugador más desequilibrante del equipo, las miradas de la crítica se posan sobre Jacquet y Djorkaeff, acusado de individualista y acomplejado frente al marco rival y al que los más severos ven incompatible con Zizou (Zidane). El técnico ha probado distintas fórmulas.
1. Suráfrica. Zidane contó con dos recuperadores por detrás (Deschamps y Petit), un extremo por el lado derecho (Henry), un delantero centro (Guivarc"h) y Djorkaeff abriendo el campo por el otro costado izquierdo. Hubo cuatro jugadores en posición de ataque. El equipo tiró 19 veces, siete entre los tres palos. Resultado: 3-0.
2. Arabia. Mantuvo un esquema parecido, con la salvedad de que el ala izquierda de ataque fue ocupada por Diomède en lugar de Djorkaeff, que entró a la hora de partido, mientras Dugarry actuó por Guivarc"h, aunque tuvo que ser sustituido a la media hora por Trezeguet. Remató 26 veces a portería, 18 de ellas entre los tres palos. Resultado: 4-0.
3. Dinamarca. Jugaron varios suplentes. La principal novedad fue que Djorkaeff operó de Zidane, ausente por sanción. Diom-ède continuó como ala izquierda y Pires desplazó a Henry en la derecha, mientras Trezeguet siguió como titular en el puesto de delantero centro. Hubo 19 remates, 11 a portería. Resultado: 2-1.
4. Paraguay. Djorkaeff se mantuvo como medio de enganche en lugar de Zidane, que cumplía su segundo partido de sanción. Henry volvió al ala derecha, Diomède siguió en el izquierdo y Trezeguet fue el ariete. El equipo perdió clarividencia en ataque no sólo por la ausencia de Zidane sino porque los laterales, tanto Thuram como Lizarazu, quedaron inutilizados en ataque. Marcó Blanc, un defensa, en el minuto 113. Tiros 36, 26 entre los tres palos. Resultado: 1-0.
5. Italia. Vuelve Zidane, y Jacquet monta un nuevo equipo. Añade un tercer recuperador en la divisoria (Karembeu), por detrás del 10; coloca a Djorkaeff como segunda punta, junto a un ariete más físico (juega Guivarc"h) y desaparecen las alas (Henry no juega, como tampoco Pires ni Diomède). Karembeu y Thuram guardan el carril derecho y Petit-Lizarazu el izquierdo. Luego, recupera a Henry (sale por Karembeu) y Trezeguet (por Guivarc"h). Tiros: 14, sólo tres entre los tres palos. Resultado: 0-0 (4-3, en los penaltis).