Novotna alcanza el éxtasis

La jugadora checa gana su primer Grand Slam en Wimbledon

Al fin llegó su momento. Lo estuvo soñando desde que comenzó su carrera profesional en febrero de 1987. Tuvo que esperar más de 10 años y por su cabeza, cargada de dudas, pasó el fantasma de que no lo lograría. Ganar o perder esta vez suponía salvar o enterrar definitivamente todo el trabajo de tantos años. Pero Jana Novotna ganó en Wimbledon. Superó a la francesa, de 30 años, Nathalie Tauziat por 6-4 y 7-6 (7-2), en 1 hora y 34 minutos de una final que comenzaba ya a atormentarla. Y por primera vez, a los 29 años y 9 meses, cuando muchas jugadoras van cerrando ya sus carreras, pudo anotar su ...

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Al fin llegó su momento. Lo estuvo soñando desde que comenzó su carrera profesional en febrero de 1987. Tuvo que esperar más de 10 años y por su cabeza, cargada de dudas, pasó el fantasma de que no lo lograría. Ganar o perder esta vez suponía salvar o enterrar definitivamente todo el trabajo de tantos años. Pero Jana Novotna ganó en Wimbledon. Superó a la francesa, de 30 años, Nathalie Tauziat por 6-4 y 7-6 (7-2), en 1 hora y 34 minutos de una final que comenzaba ya a atormentarla. Y por primera vez, a los 29 años y 9 meses, cuando muchas jugadoras van cerrando ya sus carreras, pudo anotar su nombre en el palmarés de un Grand Slam.No jugó un gran partido. Se adjudicó la primera manga sin grandes complicaciones, con dos roturas de servicio, y cuando sirvió en la segunda para ganar el partido, con 5-4, reaparecieron todos los miedos que parecían ya enterrados. La tensión se apoderó de Novotna y fue regalando el juego combinando sus errores y los aciertos de Tauziat, que ahí pareció recuperar el aliento. El recuerdo de la final que perdió en esta misma pista de Wimbledon en 1993 contra Steffi Graf, cuando disponía de 4-1 y servicio en el tercer y decisivo set, pasó de nuevo por su cabeza. Pero esta vez su rival no tenía la entidad de la ex número uno mundial -Tauziat nunca había superado unos cuartos de final del Grand Slam y es la 15ª mundial-, y eso le permitió serenarse, volver a confiar en sí misma y ganar en el desempate.

Lo que ocurrió después fue el relato de un cuento de hadas. Novotna se arrodilló sobre la hierba de Wimbledon y con el rostro bañado en lágrimas se levantó, saludó al público y se dirigió al palco reservado a los familiares de los jugadores. Se abrazó a Hana Mandlikova -su entrenadora e íntima amiga, a la que dedicó el triunfo por el que se embolsa 94 millones de pesetas- y después a su madre, Liba.

Y llegó el momento más importante de su vida. Se fue hacia la duquesa de Kent, que, en una actitud especialmente cariñosa, la cogió de las manos. "Ya te lo dije el año pasado. Y ahora me siento tan feliz como tú porque has ganado", le comentó, recordando que Novotna perdió su segunda final en la catedral contra Martina Hingis. Y después recibió la bandeja de oro que la acredita como campeona de Wimbledon. La besó, la acarició y alcanzó el éxtasis.

Hoy, Pete Sampras y Goran Ivanisevic disputarán la final masculina (15.00, Canal+). El norteamericano buscará su quinto título en Wimbledon y su 11º Grand Slam. Ivanisevic jugará su tercera final de Wimbledon. Nunca ha ganado un Grand Slam. En sus duelos anteriores, Sampras lleva ventaja por 10-6. Sampras perderá el liderato mundial, que pasará a manos de Marcelo Ríos, si hoy es derrotado.

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