Tribuna

Niveles de religiosidad en el fútbol

... A veces el fútbol alcanza niveles de religiosidad que pone el tiempo en suspensión. Es cuando se juegan esos partidos que empiezan muchos días antes y no terminan nunca más. La afición sabe cuál es el espesor de un Inglaterra-Argentina, por ejemplo, y a nadie se le ocurriría hacer esa idiotez de la ola. No es seria en ciertos templos. Los jugadores son intérpretes de este sentimiento múltiple, administradores de simbolismos que en algunos casos defienden mejor con los pies que con la cabeza. No quisiera exagerar, de hecho siempre he creído que el fútbol es un lugar de recreo y no de reclam...

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... A veces el fútbol alcanza niveles de religiosidad que pone el tiempo en suspensión. Es cuando se juegan esos partidos que empiezan muchos días antes y no terminan nunca más. La afición sabe cuál es el espesor de un Inglaterra-Argentina, por ejemplo, y a nadie se le ocurriría hacer esa idiotez de la ola. No es seria en ciertos templos. Los jugadores son intérpretes de este sentimiento múltiple, administradores de simbolismos que en algunos casos defienden mejor con los pies que con la cabeza. No quisiera exagerar, de hecho siempre he creído que el fútbol es un lugar de recreo y no de reclamo, pero cultivar ritos, crear mitos y cuidar ciertos misterios también hacen a la grandeza de este juego. En la última rueda de prensa que hizo Argentina le preguntaron a los jugadores por el Argentina-Inglaterra del 86, a Roa se le ocurrió contestar que "estaba pescando" y a Ortega que en su casa "se apagó la luz". A veces los hinchas saben cuidar el tesoro de la historia mejor que los jugadores. No hagan olas con la memoria muchachos.... Michael Owen, la aparición. Debería estar prohibido que los jugadores jóvenes que crean complicidad artística dejaran el Mundial. Fue hermoso verlo como un proyectil danzante pasando entre defensores argentinos, con una seguridad de cirujano en cada toque a la pelota. El control perfecto para meterse en ruta, la idea de cruzarse por delante de Chamot para no dejarle desarrollar velocidad, la salida larga para convertir a Ayala en espectador y el tiro final, imponiéndose moralmente a Scholes que venía mejor perfilado. El hurto a Scholes merece un leve comentario. No es que Owen reclamara los derechos de autor sobre la jugada que había iniciado sino que un iluminado no admite interferencias y él venía acumulando una fe visionaria en la jugada. Tiró cruzado, alto, fuerte... Fue tan perfecta la obra que aún sintiéndome muy argentino (recuerden que enfrente estaba Inglaterra) no tuve fuerza para lamentarlo.

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... Aquí vienen Brasil, Alemania, Italia, Argentina y el local... La historia siempre tiene razón.

... Después está Holanda, que es la que desenmascara a todas las selecciones por el método de jugar bien. ¿No era que en estos tiempos salir jugando desde atrás es una imprudencia? ¿No era que por el centro del campo ya no se puede pasar tocando? ¿No era que los extremos habían desaparecido? ¿No será que todos nos mienten?

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