"No sé cómo hemos podido perder"

Estaba especialmente motivado. Celebró el primer gol de España con una alegría desacostumbrada. El partido parecía controlado. La portería, segura. Pero entonces sucedió lo inesperado. Un golpe bajo, muy bajo. Un centro de Lawal se le fue de las manos, se le escurrió descontroladamente, se le fue a la red. España quedó tocada. También Andoni Zubizarreta, quien, en su partido 124 en la selección española, en el estreno de su cuarto Mundial, no podía esperar nada de esto. La experiencia no inmuniza contra este tipo de cosas. Aunque sí sirve al menos para afrontarlas. Zubizarreta atendió con ...

Estaba especialmente motivado. Celebró el primer gol de España con una alegría desacostumbrada. El partido parecía controlado. La portería, segura. Pero entonces sucedió lo inesperado. Un golpe bajo, muy bajo. Un centro de Lawal se le fue de las manos, se le escurrió descontroladamente, se le fue a la red. España quedó tocada. También Andoni Zubizarreta, quien, en su partido 124 en la selección española, en el estreno de su cuarto Mundial, no podía esperar nada de esto. La experiencia no inmuniza contra este tipo de cosas. Aunque sí sirve al menos para afrontarlas. Zubizarreta atendió con entereza a los medios de comunicación. "Fue un centro mal pegado que se ha ido para adentro. La he tocado y se ha acabado de meter en la portería", declaró el guardameta vasco."Ahora no podemos hacer otra cosa más que rearmarnos, unirnos y salir adelante. Este grupo ya ha demostrado que puede salir de situaciones difíciles", añadió Zubizarreta, que sabe que su papel de capitán y líder indiscutible del vestuario le augura trabajo extra para los próximos días.

La de Zubizarreta era la lectura positiva del grupo. No había más remedio. El seleccionador, Javier Clemente, muy afectado, incidió en el rearme: "Vamos a luchar y a salir adelante". Clemente estaba tremendamente tocado. No es extraño: lo había fiado todo a este primer partido de España. Y no le ha servido de nada.

Abatido y con la voz quebrada, Clemente apenas comentó algunos aspectos generales: "No sé cómo hemos podido perder este partido 3-2. Aunque tampoco quiero quitarle méritos a Nigeria, que ha jugado muy bien, sobre todo los últimos 15 minutos". "También tengo que felicitar a mis jugadores porque lo han hecho bien; les daré la enhorabuena por su trabajo", añadió.

El seleccionador calificó el segundo gol encajado por España como un "incidente" (un eufemismo) y alabó la belleza del tercer gol de Nigeria, al que calificó de "magnífico".

"Hay que seguir peleando y levantar el ánimo para luchar por la clasificación. Hemos perdonado el 3-1 en una ocasión clara y poco después Nigeria nos empató", concluyó el preparador de Barakaldo.

El `Papa´ Milutinovic

"Soy un Papa", decía ayer entusiasmado Bora Milutinovic, ataviado con una túnica blanca con la que pretendía homenajear a "los 150 millones de nigerianos". Milutinovic, el superviviente (éste es su cuarto Mundial con cuatro selecciones diferentes -México, Estados Unidos, Costa Rica, Nigeria- y nunca se ha ido antes de los octavos de final), Milutinovic, el hombre orquesta (entrenador, relaciones públicas, traductor...), Milutinovic, en esta ocasión, el brujo. Desgraciadamente para España, acertó en su diagnóstico: antes del partido dijo que los dos puntos débiles de España eran Nadal y Zubizarreta. Ninguno de los dos jugadores españoles tuvo un día afortunado. Como si hubiesen sido embrujados por este yugoslavo que ya salvó la cabeza el pasado domingo después de que muriera Sani Abacha, el dictador de Nigeria que estaba dispuesto a seguir los consejos de sus jugadores, que lo invitaban a destituir al técnico.Milutinovic, el seleccionador de Nigeria, quiso, con todo, evitar cualquier sentimiento de euforia. "Es una gran victoria", dijo, "lograda además ante un gran equipo como España, pero esto no ha hecho más que empezar. El objetivo está en lograr los cinco puntos para alcanzar los octavos de final. Estamos todos muy contentos por el pueblo nigeriano y por los jugadores".