La primera goleada

Francia resuelve con holgura su estreno ante Suráfrica

Los anfitriones andan con la misma precaución que cualquiera de los grandes invitados. Tienen, sin embargo, mayor ilusión, una mejor pinta y, sobre todo, más ambición. Francia estuvo en la línea espesa de Brasil a la hora de resolver su estreno, pero una vez decidido el marcador se mostró generosa y ofreció un último cuarto de hora de mucho caudal futbolístico.El partido tuvo dos tramos opuestos. El primero resultó muy confuso para Francia. Un gol de córner y otro en propia puerta, a la salida de un fuera de banda, le sirvieron para ganar. Una vez decidida la contienda, Suráfrica se entregó si...

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Los anfitriones andan con la misma precaución que cualquiera de los grandes invitados. Tienen, sin embargo, mayor ilusión, una mejor pinta y, sobre todo, más ambición. Francia estuvo en la línea espesa de Brasil a la hora de resolver su estreno, pero una vez decidido el marcador se mostró generosa y ofreció un último cuarto de hora de mucho caudal futbolístico.El partido tuvo dos tramos opuestos. El primero resultó muy confuso para Francia. Un gol de córner y otro en propia puerta, a la salida de un fuera de banda, le sirvieron para ganar. Una vez decidida la contienda, Suráfrica se entregó sin resistencia y el grupo de Jacquet exhibió un rondo, adornado con un último gol de bandera de Henry.

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El partido resultó demasiado accidentado en sus inicios como para juzgar a Francia de forma severa. El viento sopló con ganas, y no hay nada que tema más el futbolista que el aire, que dificulta el control de la pelota, la precisión en el pase y el remate. Un tormento para jugadores con la clase de Zidane, deseoso siempre de jugar con el balón al pie. Tampoco ayudó la lesión de Guivarch y la sustitución de Dugarry.

El ex azulgrana aceleró todavía más un partido loco, pero el gol le redimió de sus errores. El marcador alivió el desasosiego inicial de Francia. Suráfrica pareció más equipo con el empate a cero. Defendió bien el ataque estático francés y tiró buenas salidas con Fish-Fortune-Masinga-McCarthy, sus jugadores más internacionales. Barthez tuvo que sacar un par de veces las manos. El empuje del equipo de Troussier rompió por un momento el choque. No hubo pausa en ninguno de los dos campos. Y en el debate, Francia sacó mayor rendimiento que Suráfrica en las jugadas a balón parado.

Suráfrica no supo responder al primer gol. Le faltó un volante de enganche y, sobre todo, pegada para culminar el buen juego de gestación. Los anfitriones no sufrieron defensivamente. Ofensivamente acusaron que tanto Henry como Djorkaeff tardaran en entrar en juego.El partido lo gobernó Deschamps en la divisoria y Zidane en la línea de tres cuartos. Pero le faltaron extremos o futbolistas capaces de maniobrar por las bandas. El segundo gol animó a los franceses y sepultó a los surafricanos. Hasta Trezeguet salió a escena, Henry se ofreció para manejar la pelota y Francia concretó la goleada. Jugó muy relajada, con la pelota siempre abajo y buscando un juego más preciosista. Resultó el mejor final hasta ahora visto frente a un inicio ya muy conocido en todos los campos.

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