Choque de egos en el Bulgaria-Paraguay
Chilavert y Stoichkov capitanean equipos en un partido que afecta a España
Los dos tienen mucho en común. Son líderes en grupos con aire de banda, carismáticos, agresivos, populares, polemistas y goleadores y ególatras. Hristo Stoichkov es un extremo izquierda de una capacidad para llegar y golear de sobra conocida en España. Y el portero de Paraguay, José Luis Chilavert, es, al igual que Stoichkov, el encargado de patear los penaltis y tiros libres de su equipo -lo hace con maestría-, al punto de que muchos apostantes ingleses lo sitúan como máximo goleador del torneo. Esta tarde habrá ocasión de que se miren a la cara con su habitual gesto amenazante.Chilavert,...
Los dos tienen mucho en común. Son líderes en grupos con aire de banda, carismáticos, agresivos, populares, polemistas y goleadores y ególatras. Hristo Stoichkov es un extremo izquierda de una capacidad para llegar y golear de sobra conocida en España. Y el portero de Paraguay, José Luis Chilavert, es, al igual que Stoichkov, el encargado de patear los penaltis y tiros libres de su equipo -lo hace con maestría-, al punto de que muchos apostantes ingleses lo sitúan como máximo goleador del torneo. Esta tarde habrá ocasión de que se miren a la cara con su habitual gesto amenazante.Chilavert, por su parte, lanzó un dardo envenenado, casi con menosprecio: "No le temo a Stoichkov porque está por terminar su carrera, éste es su último Mundial". Momentos antes, el seleccionador búlgaro, Hristo Bonev, prevenía sobre el juego de Paraguay: "Sabemos que juegan un fútbol duro, si no brutal".
Stoichkov, que fue máximo goleador en el Mundial de Estados Unidos, es un delantero arrebatado y crepuscular que sabe que éste Mundial es su última oportunidad, y no reprime sus viejos impulsos: "Hay puntos flacos en las líneas paraguayas y yo espero ser el que los atraviece para marcar". El búlgaro amenaza con dar lecciones de fútbol ofensivo.
Chilavert, el portero del Vélez Sarsfield no escatima en advertencias y desafíos públicos, sobre todo a colegas -Navarro Montoya fue una de sus víctimas en un tiro libre frente al Boca hace dos años-. El portero es un tipo impredecible en un equipo irregular, vapuleado por Holanda (5-0) en el último amistoso. La irregularidad es un carácter compartido por Bulgaria. Como Paraguay, potencia el contragolpe. Los talentos que pueblan su delantera y su centro del campo -con Stoichkov, Penev, Balakov y Kostadinov, la potencia de fuego búlgara es temible y su capacidad de llegada hizo historia en Estados Unidos94- evidencian una defensa pobre y errática. Otro talón de aquiles: la veteranía les puede pasar factura. Pero Paraguay no está mejor, dos de sus jugadores clave, el central Francisco Ayala y el extremo del Zaragoza Roberto Toro Acuña no están plenamente recuperados de sendas lesiones.