Otero Luna elude pronunciarse sobre la pérdida de influencia andaluza en Sevillana tras su salida

Manuel Otero Luna, que ayer cedió el testigo de la presidencia de Sevillana de Electricidad a Rafael Miranda, eludió pronunciarse acerca de si su salida de la compañía supone una pérdida de influencia andaluza en la compañía eléctrica y, por tanto, la consolidación del control por parte de Endesa, que adquirió en octubre de 1996 un 75% de las acciones de la empresa por un montante cercano a los 138.000 millones de pesetas. "No comment" fueron las palabras que pronunció Otero Luna cuando se le preguntó por este extremo. Miranda, que ha asumido la presidencia de la compañía temporalmente, sostuv...

Manuel Otero Luna, que ayer cedió el testigo de la presidencia de Sevillana de Electricidad a Rafael Miranda, eludió pronunciarse acerca de si su salida de la compañía supone una pérdida de influencia andaluza en la compañía eléctrica y, por tanto, la consolidación del control por parte de Endesa, que adquirió en octubre de 1996 un 75% de las acciones de la empresa por un montante cercano a los 138.000 millones de pesetas. "No comment" fueron las palabras que pronunció Otero Luna cuando se le preguntó por este extremo. Miranda, que ha asumido la presidencia de la compañía temporalmente, sostuvo que Endesa "no ha pedido" a Otero que se marche. "Él ha decidido irse", añadió.

El pasado martes, un comunicado de la compañía eléctrica anunciaba que Otero Luna abandonaba la presidencia de la compañía por "motivos personales". Otero Luna, de 72 años, que preside la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), fue nombrado presidente de Sevillana el 17 de junio de 1997. Un año después, el empresario deja la presidencia de una de las principales compañías andaluzas. En un Consejo de Administración extraordinario celebrado ayer, Otero Luna renunció a la presidencia, que a partir de ahora asumirá Rafael Miranda, que hasta el momento era vicepresidente de Sevillana y consejero delegado de Endesa. Miranda se deshizo en elogios por la labor desempeñada en este año por Otero Luna y le agradeció, sobre todo, que no se haya marchado hasta que ha quedado resuelto el convenio colectivo con los trabajadores de la compañía, y que supondrá la prejubilación voluntaria de más de 1.000 empleados. La presidencia de Otero Luna ha sido "una etapa de transición en la que se ha pasado de una Sevillana a otra diferente, por su integración en Endesa", apuntó Miranda. El nuevo presidente quiso desterrar cualquier interpretación que vinculase la marcha de Otero Luna con presiones de Endesa, cuya entrada en Sevillana de Electricidad estuvo rodeada de polémica al conocerse en los medios de comunicación la operación varios días antes de que ésta se produjera y que provocó la intervención que la Comisión del Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Endesa nunca le ha pedido [a Otero Luna] que se vaya. Él libremente ha decidido dejar la presidencia", afirmó ayer Miranda, que añadió que su nombramiento provisional se ha hecho para evitar que se produjera "un vacío de poder" en la compañía eléctrica. Manuel Otero Luna destacó en su despedida que este año ha intentado buscar puntos de "encuentro" entre Endesa y Sevillana y salvar las dificultades "contables o técnicas" que surgieron tras la entrada de la primera, presidida por Rodolfo Martín Villa, y recientemente privatizada, en la segunda. Empresa autónoma El nuevo presidente de Sevillana de Electricidad, que se encarga del control de las compañías en las que participa Endesa, hizo un guiño a Andalucía y abundó en la estrategia que seguirá la empresa en la comunidad. "Sevillana es una empresa autónoma al servicio de Andalucía integrada en un gran grupo como es Endesa", afirmó el nuevo presidente de la compañía eléctrica. En este sentido señaló: "Los planes de Sevillana serán servir a Andalucía en el sector eléctrico e invertir en los terrenos emergentes". Los sectores que Miranda apuntó como prioritarios para el futuro son telecomunicaciones; agua y medioambiente; gas y energía renovable.