"En un Mundial se disfruta hasta de la tensión"

Puente ViesgoAndoni Zubizarreta, de 36 años, está de vuelta de casi todo en la práctica del fútbol. Le resta la ida hacia éste su cuarto Mundial, y lo hace con el propósito claro de disfrutar de su última gran cita. Después, se introducirá en el laberinto organizativo del fútbol, para lo que tiene algo hablado con la Federación Española. Pero antes, el capitán de la selección quiere apurar su vida de futbolista de alta competición a 180 kilómetros por hora por la autopista, según su propia metáfora de lo que ha sido su carrera. 123 internacionalidades lo contemplan.

Pregunta. Los...

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Puente ViesgoAndoni Zubizarreta, de 36 años, está de vuelta de casi todo en la práctica del fútbol. Le resta la ida hacia éste su cuarto Mundial, y lo hace con el propósito claro de disfrutar de su última gran cita. Después, se introducirá en el laberinto organizativo del fútbol, para lo que tiene algo hablado con la Federación Española. Pero antes, el capitán de la selección quiere apurar su vida de futbolista de alta competición a 180 kilómetros por hora por la autopista, según su propia metáfora de lo que ha sido su carrera. 123 internacionalidades lo contemplan.

Pregunta. Los clubes y los aficionados les piden a los jugadores que sientan la camiseta, pero a Amor lo quieren despedir después de 15 años en el Barça y, además, sacar rendimiento económico de su traspaso.

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Respuesta. Creo que hay jugadores que han sido importantes en el vestuario y cuando un club decide no contar con ellos, debería buscarles una salida fácil: para el jugador y para el club.

P. Este es su cuarto Mundial. ¿No está ya cansado?

R. No, porque llega cada cuatro años y siempre es novedad. Todo lo que rodea al Mundial se vive como una gran experiencia. Incluso las concentraciones entran dentro del paisaje de un Mundial.

P. ¿Cómo observa el paso del tiempo a través de los Mundiales?

R. El primer Mundial lo jugué con 25 años; ahora tengo 36. En aquel había 24 equipos; ahora, 32. El fútbol se ha disparado. En Francia tuve precisamente mi primera gran competición: la Eurocopa de 1984, en la que fuimos subcampeones, aunque yo no jugué. Ahora vuelvo a Francia. Toda esta experiencia me permite saber lo que viene: la dimensión que tiene todo en los momentos difíciles.

P. Usted anunció que quería disfrutar de esta Copa del Mundo. ¿Cómo disfruta uno con tanta presión a su alrededor?

R. Se disfruta hasta de la tensión. Uno sabe la presión a la que va a ser sometido, pero ésta no te saca de lo principal: el fútbol, el interés, la atención que uno polariza tanto en casa como fuera (eso no se da siempre). Hay que aprender a valorarlo. Además, si te sitúas de espectador, un Mundial es muy buen sitio para aprender organización del fútbol.

P. Y a eso se dedicará después del Mundial.

R. Me atrae más la parte organizativa que la deportiva. Hay un campo en el que se puede trabajar cerca de los jugadores.

P. ¿Por ejemplo?

R. Mejor no dar ejemplos porque después alguien puede apoderarse de las ideas.

P. ¿Ha tenido una oferta del Barça o de la selección en este sentido?

R. No. Del Barça no hemos hablado nada. Con la selección sí que hemos hablado algunas cosas por encima, pero no hay ninguna propuesta formal.

P. ¿Ha pensado tomarse un año sabático?

R. No lo he pensado. No sé si durante el Mundial saldrá algo ... [le gustaría probar en la Premier League]. No quiero parar de golpe. Jugar al fútbol es como ir por una autopista a 180 kilómetros por hora. Dejar de jugar es frenar, y tienes que ver a qué velocidad te conviene ir y con qué coche.

P. ¿Le da pena que, con su currículo, pueda quedarse sin partido homenaje?

R. Lo importante es cómo te recibe la gente y cómo has vivido antes. Otra cosa es que se pueda juntar todo en un sólo día. Mi nexo de unión con los tres clubes [Athletic, Valencia y Barcelona] es la selección, pero la selección no hace homenajes.

P. ¿Y la ausencia en la selección de Guardiola?

R. Pep es un jugador que ha madurado mucho, tanto en el juego como fuera de él. Ha asumido otras responsabilidades fuera del campo. No hay jugadores en el mundo de su estilo, pero tampoco vamos a estar llorándole, aunque me fastidia en lo personal.

P. ¿Por qué los jugadores hablan bien de Clemente?

R. El jugador sabe que Clemente lo defenderá en los momentos difíciles. Expone su prestigio para defender a los jugadores, y eso no está muy de moda.

P. ¿En qué consiste la solidez de la selección?

R. En que es un equipo muy organizado, muy junto, que además cuenta con individualidades importantes. Pero sobre todo en que hemos demostrado que, cuando llegan los momentos difíciles, damos la cara.

P. Esta vez no es un tópico. Su grupo en el Mundial es realmente difícil.

R. Es un grupo difícil, pero igualado. Nigeria antes no contaba; después de EEUU 94 tiene un prestigio. Son físicamente muy fuertes y con calidad individual. Son atrevidos y anárquicos, con todo lo bueno (la capacidad de sorprender) y lo malo (la falta de orden) que esto tiene. Paraguay es de las más desconocidas de Suramérica, pero es un grupo compacto y competitivo. Los búlgaros son viejos conocidos. Hemos jugados con ellos y contra ellos. Suelen sacar acciones de peligro en un partido sin ocasiones. Se motivan en las grandes citas y Penev está en un gran momento.

P. ¿Pensó que se perdería el Mundial tras sufrir aquella lesión de aductores?

R. No. Estaba convencido de que me recuperaba. Pensaba que había que vivir el día a día porque en el fútbol te quedas sin nada en una décima de segundo.

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