Arenas y sus acuerdos

Ciertamente, en lo que va de legislatura, el frente político de mayor actividad y donde más se ha practicado el cuerpo a cuerpo ha sido el andaluz. La política de minar los apoyos que el PSOE tiene en Andalucía, mediante la estrategia del no por parte del Gobierno, ha dejado una sensación de ofensa del PP a los andaluces. Ofensa que se acrecienta con los paseos de un "líder de fin de semana", que quiere estar en todos los lugares a la vez y que por ello ni está en Andalucía ni está en Madrid. No obstante, de vez en cuando, sobre todo cuando ese líder ambulante se puede ver afectado de manera ...

Ciertamente, en lo que va de legislatura, el frente político de mayor actividad y donde más se ha practicado el cuerpo a cuerpo ha sido el andaluz. La política de minar los apoyos que el PSOE tiene en Andalucía, mediante la estrategia del no por parte del Gobierno, ha dejado una sensación de ofensa del PP a los andaluces. Ofensa que se acrecienta con los paseos de un "líder de fin de semana", que quiere estar en todos los lugares a la vez y que por ello ni está en Andalucía ni está en Madrid. No obstante, de vez en cuando, sobre todo cuando ese líder ambulante se puede ver afectado de manera definitiva en su imagen en Andalucía, parece que el Gobierno de la Nación se torna de lobo a cordero y presenta una actitud más que colaboradora. De hecho, sólo es necesario repasar los escasos acuerdos alcanzados entre ambas instituciones para ver que Junta y Gobierno llegan a acuerdos cuando es Arenas el que se ve afectado. Ese es el caso de la financiación de la sanidad, que toca a Arenas por ser su ministerio el que aporta los fondos a través de la Seguridad Social; o el caso de la solución de los trabajadores del campo afectados por el desastre de Aznalcóllar, que es responsabilidad directa del Inem. La obviedad del razonamiento se aprecia en que mientras ha existido un rapidísimo acuerdo en este tema, la propuesta de la Junta de Andalucía de adquirir las tierras afectadas para proteger la imagen de los productos agrícolas y ganaderos andaluces sigue sin tener respuesta. Y la razón es obvia, ya que como aquí el afectado no es Arenas, de eso se puede hablar pero nada más, sobre todo si además ello afecta a la ministra de Agricultura, que ni es cartel en Andalucía ni le importa en exceso la protección de los intereses de la agricultura andaluza, como viene demostrando en el tema de la OCM del aceite. En definitiva, los acuerdos parecen responder a una técnica de marketing político que defiende al posible candidato del PP a la Junta y da cerrojazo en los demás temas. Mientras tanto, la entrevista Chaves-Aznar sigue estando pendiente.LUIS ÁNGEL HIERRO