La UEFA decidirá hoy si cambia la sede de la final de la Copa de Europa

La final de la Liga de Campeones programada para el día 20 en el Arena de Amsterdam peligra. O al menos el lugar donde se va a celebrar. Por razones medioambientales, el Gobierno holandés no parece dispuesto a permitir que los aviones que deberían transportar a los hinchas aterricen en Amsterdam, mientras la UEFA amenaza con llevarse la final a otra ciudad. En la situación actual, ni siquiera podrían aterrizar los aviones con los jugadores del Madrid y el Juventus. La UEFA dio un ultimátum hasta las doce de la noche y decidirá hoy si la final cambia de sede y se celebra el sábado 23.

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La final de la Liga de Campeones programada para el día 20 en el Arena de Amsterdam peligra. O al menos el lugar donde se va a celebrar. Por razones medioambientales, el Gobierno holandés no parece dispuesto a permitir que los aviones que deberían transportar a los hinchas aterricen en Amsterdam, mientras la UEFA amenaza con llevarse la final a otra ciudad. En la situación actual, ni siquiera podrían aterrizar los aviones con los jugadores del Madrid y el Juventus. La UEFA dio un ultimátum hasta las doce de la noche y decidirá hoy si la final cambia de sede y se celebra el sábado 23.

La UEFA emprendió el lunes un duro pulso con el Gobierno holandés. Schipol, el aeropuerto de Amsterdam, está sometido a estrictas medidas para minimizar la contaminación acústica y la molestia que los ruidos de los aviones provocan al vecindario. El Ministerio de Transportes había autorizado 380.000 vuelos para este año y a pesar de que se sabía desde diciembre que la final se jugaría en Amsterdam, no tuvo en cuenta los vuelos chárter que serían necesarios para transportar a los que acudieran al evento.La titular de la cartera, Annemarie Jorritsma, continuaba ayer tajante y aseguró que con el cupo del año cubierto no estaba dispuesta a hacer ninguna excepción y permitir que aterricen los aproximadamente 160 aviones que deberían traer a los cerca de 30.000 seguidores del Real Madrid y de la Juventus.

La situación provocó la indignación de la UEFA que dirigió una carta durísima a través del fax a la Federación holandesa de Fútbol. Su secretario general, Gerhard Aigner, expresó su grave preocupación por la situación y aseguró que de no darse una solución satisfactoria que asegure la llegada de hinchas y jugadores se buscarían otras alternativas que los clubes estaban ya discutiendo. "Esta noche me han presentado una propuesta para que la final se juegue en dos partidos en casa de ambos equipos", aseguró. Aigner exigió como requisitos mínimos para aceptar que el encuentro se mantenga en Amsterdam que los aviones de las delegaciones de ambos equipos puedan aterrizar y despegar en Schipol, que los seguidores puedan repartirse entre el aeropuerto nacional y el regional de Rotterdam situado a poco más de media hora del terreno de juego, y que los vuelos pactados puedan regresar esa misma noche.

El Gobierno holandés baraja como solución que se utilicen además de Rotterdam los aeropuertos regionales de Eindhoven, Twente y Eelde, todos ellos a más de una hora de Amsterdam y que los hinchas se trasladen en transporte público a la capital. Sin embargo, los problemas no finalizan ahí. De un lado, los aeropuertos regionales tienen restringidos sus vuelos nocturnos con lo que los seguidores no podrían viajar de vuelta hasta el día siguiente al del encuentro; y de otro, el mismo día 20 está prevista una huelga de trenes que dificultaría considerablemente la llegada a Amsterdam. Por si fuera poco, cerca de las zonas donde se sitúan estos aeropuertos regionales no hay capacidad hotelera suficiente para alojar a todos los que lleguen.

La amenaza de la UEFA fue tomada en serio por los dirigentes de la Federación holandesa de fútbol, que mostraron su impotencia para resolver el asunto. "Es una cuestión política", dijo un portavoz federativo. Otras instancias políticas holandesas trataron ayer el asunto y así la mayoría de portavoces de los partidos políticos holandeses se manifestaron a favor de solicitar al Gobierno que haga una excepción.

La UEFA estuvo ayer en contacto con los clubes implicados estudiando posibles alternativas. Inmediatamente, se descartó la posibilidad de organizar la final en una eliminatoria de ida y vuelta. La única alternativa posible era el traslado de sede, decisión que se puede adoptar hoy en una reunión a celebrar en Ginebra a mediodía. El Juventus presionaba para que la sede de la final se trasladara a Múnich, donde se disputó el año pasado. En este sentido, no hubo decisión, aunque la UEFA cuenta con 12 posibles candidaturas, que son los 12 estadios denominados "cinco estrellas" por la UEFA. Entre ellos figuran dos españoles (Montjuic y Camp Nou), tres italianos (Roma, Milán y Turín), dos ingleses (Wembley y Old Trafford), un escocés (Ibrox Park), un austriaco (el Prater vienés), un alemán (Múnich) y dos holandeses (Amsterdam y Rotterdam).

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