Papel sin nervios

La Bolsa se mantiene en la fase correctiva emprendida hace unas jornadas y que parece llevarla con suavidad, pero con contundencia, a mantenerse en las cercanías de la barrera de los 900 puntos, frente a las expectativas de superar los 1.000 que parecían a la vuelta de la esquina antes dé la Semana Santa. La sesión de ayer siguió el patrón de la precedente, aunque en sentido contrario: el cierre bajista de Nueva York del lunes presionó ayer a la baja el mercado español, que llegó a ceder 8,5 puntos al comprobar que Wall Street volvía a abrir a la baja. Pero rápidamente la Bolsa neoyorquina mo...

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La Bolsa se mantiene en la fase correctiva emprendida hace unas jornadas y que parece llevarla con suavidad, pero con contundencia, a mantenerse en las cercanías de la barrera de los 900 puntos, frente a las expectativas de superar los 1.000 que parecían a la vuelta de la esquina antes dé la Semana Santa. La sesión de ayer siguió el patrón de la precedente, aunque en sentido contrario: el cierre bajista de Nueva York del lunes presionó ayer a la baja el mercado español, que llegó a ceder 8,5 puntos al comprobar que Wall Street volvía a abrir a la baja. Pero rápidamente la Bolsa neoyorquina modificó su rumbo e introdujo optimismo. El Dow Jones ganó 43,10 puntos (0,47/%) y cerró a 9.184,94, marcando un nuevo récord. De esta forma, la pérdida del índice general de Madrid quedó limitada a 5,44 puntos, el 0,60%, mientras que el Ibex bajó un 0,51%, al situarse en 10.429,40 puntos. Las bolsas europeas registraron una trayectoria similar, aunque las diferentes sensibilidades permitieron obtener resultados dispares. Londres ganó un 0,02% y Milán un 0,40%, mientras que París cedió un 0,65% y FrancfÓrt un 0,63%. Los altos niveles de precios, como es lógico, fomentan el miedo y cada día hay un mayor número de inversores que prefiere materializar beneficios y comprobar por donde irán los tiros en las próximas sesiones. Pero sin nervios, algo que puede demostrarse con las cifras de negocio -168.160 millones ayer-, a unos niveles que permiten la absorción del papel con tranquilidad. Los operadores están a la espera de novedades para recomponer sus estrategias y tomar decisiones, ya que las anteriores previsiones han sido dinamitadas por la fuerte revalorización de la Bolsa, que todavía acumula una subida del 43,25%. La peseta, a su vez, ganó 1,29 unidades frente al dólar, al fijarse un cambio base de 152,284, y se mantuvo invariable con el marco alemán (84,956). La rentabilidad del bono de referencia subió al 5,06%, frente al 5,03% de la sesión anterior, aunque el diferencial con la deuda alemana permaneció en 0,15 puntos, el mínimo histórico.

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