Necesitaba esto para el olvidar el Mundial

Fernando Redondo lloró bajo la ducha en el vestuario del Westfalen Stadium. Acababa de hacer uno de los mejores partidos de su vida. Había rozado la gloria en Europa pero en ese momento le dolía más que nunca ese Mundial que no jugará. A sus 28 años siente una amargura terrible por no poder vestir la camiseta argentina, pero cree que la final de la Copa de Europa le ayudará a olvidar.Pregunta. ¿Sus lágrimas eran de dolor o de alegría?

Respuesta. Sucedió de repente. Me encontré llorando. Estaba muy emocionado. Había hecho probablemente el mejor partido de mi vida y me acord...

Fernando Redondo lloró bajo la ducha en el vestuario del Westfalen Stadium. Acababa de hacer uno de los mejores partidos de su vida. Había rozado la gloria en Europa pero en ese momento le dolía más que nunca ese Mundial que no jugará. A sus 28 años siente una amargura terrible por no poder vestir la camiseta argentina, pero cree que la final de la Copa de Europa le ayudará a olvidar.Pregunta. ¿Sus lágrimas eran de dolor o de alegría?

Respuesta. Sucedió de repente. Me encontré llorando. Estaba muy emocionado. Había hecho probablemente el mejor partido de mi vida y me acordé del Mundial. Necesitaba esto para olvidar.

P. ¿Se acordó también de Pasarella?

R. No. Pensé que dentro de diez años me daré cuenta que por culpa de él me voy a perder algo muy importante. Pero estoy feliz de haber ayudado a mi equipo a llegar a la final. La Copa de Europa me servirá para olvidar. Conforme se acerca el Mundial siento más dolor.

P. ¿Qué planes tiene para junio?

R. Imagino que estaré en Argentina y veré el Mundial desde allá como un aficionado más.

P. ¿Se arrepiente de algo?

R. No. Estoy tranquilo. Lo pensé mucho. No fue fácil para mí. La idea del Mundial fue lo que más me hizo pensar, pero está claro que no a cualquier precio. Aunque me duela no poder vestir la camiseta de mi selección en un Mundial, estoy tranquilo. P. ¿Por qué tomó esta decisión?

R. Cada uno tiene una manera de ser y de vivir. En este caso para mí hay veces que las cosas no dan igual. Yo no soy de los que hoy doy un abrazo y mañana una puñalada. Esto no es así. Pasarella ha sido una persona que me ha fallado, mintió y después dijo que el mentiroso era yo. No puedo ser partícipe de un proyecto en el que no creo.

P. ¿En que le mintió Pasarella?

R. Pasarella habló conmigo una cosa y públicamente dijo otra. Cuando volvimos a hablar yo esperaba una explicación. Yo puedo no estar de acuerdo con alguien, pero si ese alguien se mantiene en un pensamiento yo lo respeto. No puedo respetar a alguien que habla una cosa y sale diciendo otra. Pasarella no me inspira confianza, es capaz de cualquier cosa.

P. Uno de los motivos de sus diferencias fue la longitud de su pelo. Pero, ¿ha sido lo único?

R. Realmente parece que así ha sido. Ahora yo no sé si Pasarella realmente me quería llevar al Mundial. La primera reunión que tuvimos en la que me explicó su proyecto me pidió que me cortara el pelo. Me dijo que después de lo de 1994 con lo de Maradona quería cambiar un poco la imagen de la selección... Yo no me podia creer que me estuviera pidendo algo así. Luego los periodistas argentinos me llaman y les cuento que no nos pusimos de acuerdo por esto. A la semana las críticas a Pasarella fueron terribles, se llegó a meter con los homosexuales. Entonces él dijo que si yo no estaba en la selección no era por mi pelo sino por la posición que él me ofrecía y que según su versión yo no quería ocupar. Eso es totalmente falso. A mi me indignó.

P. En el Madrid en cambio la cosas le van bien. Usted ha sido también una pieza clave en la evolución del equipo del rombo al doble pivote. ¿Qué diseño prefiere?

R. Me adapto bien a las dos versiones: jugando de medio centro y con un compañero muy cerca. A la hora de preferir si este sistema de doble pivote es flexible cuando nos toque defender es muy bueno que defendamos los cuatro en línea y cuando tengamos que atacar creo que el rombo es lo más idóneo. De esa manera los dos que jugamos por el centro no nos molestamos.

P. Usted, en el Tenerife, era un jugador más ofensivo.

R. Sí, es muy diferente el papel que desempeñaba allí. En el Madrid soy el volante más defensivo, el que justamente tiene que dar equilibrio por eso muchas veces tengo que pensar hacia atrás.

P. Ese pensar hacia atrás le hace ser objeto de muchas críticas.

R. No, yo no estoy nada de acuerdo con eso. Juego hacia atrás si estoy de espaldas a la portería rival y generalmente de espaldas juego si tengo a alguien y no me puedo dar vuelta.

P. Los que le veneran dicen que sólo le falta marcar.

R. Esa tampoco es mi función aunque estoy de acuerdo con ese reproche. Mi intención es siempre mejorar. Tengo que intentar ser más egoísta aunque son mis características de juego. Siempre que llego al área rival pienso en un compañero, busco a alguien.

P. Su mejor temporada en el Madrid probablemente fue el año pasado con Capello y él decía que tenía que trabajar en este sentido.

R. Sí, Capello me lo decía. Pero quiero aclarar que aunque hice una buena temporada con él considero que mi trabajo hasta diciembre pasado ha sido mejor. P. Es paradójico que usted se entendiera bien con Capello tenido conceptos futbolísticos tan antagónicos.

R. En general, lo que me preocupa es que el futbol pueda perder el sentido que tiene de espectáculo. La visión estética de este deporte. Así es como me formé y como lo siento. No creo que el fútbol sea sólo fuerza física y presión. No es sólo correr y marcar. La técnica, la habilidad, la imaginación son básicas. Hoy por hoy el fútbol se mueve por los resultados, porque después si se jugó bien o no, desgraciadamente es muy relativo. .

P. ¿Y el Madrid qué camino lleva?

R. Creo que el Madrid, con los jugadores que tiene, pasa por el fútbol de imaginación y talento.