ESCENA

Las Virtudes rompen su imagen con "La dama boba", de Lope de Vega

La dama boba, de Lope de Vega, es una historia de amor, de enredo, de intereses económicos, en la que además se habla en cierto modo de la liberación de la mujer. Cuatro puntos que han servido para que el director de teatro de origen polaco y nacionalidad española Jaroslaw Bielsky convierta esta pieza en un espectáculo moderno. "Cualquier interpretación de un clásico interesa hoy, porque mantiene ciertos valores que para un público contemporáneo son atractivos", dice.Para llevar a la práctica esta puesta en escena ha contado con las dos actrices del grupo Las Virtudes: Elena Martín y Soled...

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La dama boba, de Lope de Vega, es una historia de amor, de enredo, de intereses económicos, en la que además se habla en cierto modo de la liberación de la mujer. Cuatro puntos que han servido para que el director de teatro de origen polaco y nacionalidad española Jaroslaw Bielsky convierta esta pieza en un espectáculo moderno. "Cualquier interpretación de un clásico interesa hoy, porque mantiene ciertos valores que para un público contemporáneo son atractivos", dice.Para llevar a la práctica esta puesta en escena ha contado con las dos actrices del grupo Las Virtudes: Elena Martín y Soledad Mallol, a las que el público no está acostumbrado a ver en la interpretación de un clásico. "La elección de Las Virtudes no ha sido casual ni frívola. Sé que son buenas actrices. Necesitaban romper el esquema que la gente tiene de ellas. El público no va a ver Virtudes, va a ver actrices", explica el director.

Otro de los atrevimientos de Bielsky en su afán por mostrar una versión contemporánea de la obra de Lope ha sido la elección de la responsable del vestuario, la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, que se estrena como figurinista con este montaje. "Lope enfocó esta historia como un cuento para mayores. De ahí mi elección de Ágatha. Era la persona más adecuada para dar una visión contemporánea de un clásico", explica el director, que añade: "Todo se ha hecho según las reglas clásicas del teatro, pero con la visión moderna de Agatha. El vestuario tiene reminiscencias de la época".

Cortinas de intensos colores, vestidos de fuertes y alegres tonos y, por supuesto, un aro a la altura de la cadera para ellas. Varios actores llevan exageradamente maquillados los mofletes. Todo lleva el sello de Ruiz de la Prada. Lo que se ha respetado es el verso, un detalle que Bielsky relaciona también con el vestuarío. "El verso es algo antinatural. Pretendimos buscar el equivalente en el vestuario, que, por supuesto, es del todo antinatural, es una metáfora:", apunta el director.

Bielsky concluye que La dama boba fue una obra atrevida en su tiempo y no ha perdido esos valores. El se ha esforzado en llevar a escena, una versión tratando de reflejar lo que Lope hubiera hecho en nuestros días. "Es una manera, de ser fiel a Lope de Vega", termina el director, que estrenó este montaje el pasado octubre en el teatro Principal de Zaragoza.

La dama boba, en el teatro Reina Victoria (carrera de San Jerónimo, 24; metro Sevilla), hasta junio. Horarios en cartelera. De 1.800 a 2.800 pesetas.

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