JUBILADOS SEPARADOS POR UNA TRAGAPERRAS

La disputa sobre el premio mayor de un millón de dólares de un máquina tragaperras ha roto la amistad de dos jubilados de Vero Beach (Florida). La riña comenzó el 18 de marzo, cuando, en un crucero en el Caribe, Muffavak Atamer, de 73 años de edad, introdujo tres monedas, de un dólar cada una, en la máquina de juegos ganadora. El problema surgió cuando se dio cuenta de que esos tres dólares pertenecían a Frank Sevakis, de 79 años, que se los había prestado. Los dos han puesto, por separado, una demanda contra la naviera Carnival Cruise Lines, reclamando para sí el premio. Los abo...

La disputa sobre el premio mayor de un millón de dólares de un máquina tragaperras ha roto la amistad de dos jubilados de Vero Beach (Florida). La riña comenzó el 18 de marzo, cuando, en un crucero en el Caribe, Muffavak Atamer, de 73 años de edad, introdujo tres monedas, de un dólar cada una, en la máquina de juegos ganadora. El problema surgió cuando se dio cuenta de que esos tres dólares pertenecían a Frank Sevakis, de 79 años, que se los había prestado. Los dos han puesto, por separado, una demanda contra la naviera Carnival Cruise Lines, reclamando para sí el premio. Los abogados de Sevakis, en una demanda presentada ante un tribunal de Vero Beach, aducen que Atamer no insertó las tres monedas, aunque bajó la manivela de la máquina y que, de todas formas, jugaba con el dinero prestado de Sevakis. Atamer, por su parte, alega en su deman da que él introdujo las tres monedas y que, por tanto, merece el premio, aunque reconoce que no reclamó nada cuando el capitán del barco felicitó a Sevakis y abrió varias botellas de champaña para celebrarlo.-