Kiko: "Si no pasamos por mi fallo, me muero"

Dos malas noticias mancharon la clasificación del Atlético. Una, la lesión de Aguilera, que recibió un fuerte golpe en la tibia. Otra, la tarjeta amarilla que vio Kiko, que no podrá jugar el primer encuentro de semifinales.Aguilera fue con todo por el balón en una jugada que disputó con Yorke. En el choque con uno de los potentes jugadores negros del Aston Villa, la peor parte se la llevó el madrileño. "Puede ser importante", afirmó José María Villalón, el jefe de los servicios médicos del club, tras el encuentro. "Sufre una fuerte contusión en la pierna derecha. Se le ha inmovilizado la zona ...

Dos malas noticias mancharon la clasificación del Atlético. Una, la lesión de Aguilera, que recibió un fuerte golpe en la tibia. Otra, la tarjeta amarilla que vio Kiko, que no podrá jugar el primer encuentro de semifinales.Aguilera fue con todo por el balón en una jugada que disputó con Yorke. En el choque con uno de los potentes jugadores negros del Aston Villa, la peor parte se la llevó el madrileño. "Puede ser importante", afirmó José María Villalón, el jefe de los servicios médicos del club, tras el encuentro. "Sufre una fuerte contusión en la pierna derecha. Se le ha inmovilizado la zona con una cédula neumática y nada más llegar a Madrid le llevaremos a la clínica Fremap. Esperamos que no haya un problema óseo. Parece que no hay fractura, pero hay que curarse en salud".

Andrei también tuvo que retirarse antes de tiempo, pero sólo padece un esguince de tobillo leve.

El partido, aunque ambos equipos se jugaban mucho, fue muy correcto, y sólo hubo dos tarjetas. Y una, ni siquiera por juego violento. Precisamente Kiko, que no se lesionó, sí se eliminó para el primer partido de semifinales. Entorpeció el lanzamiento de una falta y el árbitro le amonestó. Como ya tenía una tarjeta amarilla, deberá cumplir un partido de sanción.

Su tarjeta, no fue lo único que convirtió a Kiko en protagonista negativo de la cita. Un error del jerezano prolongó la agonía del Atlético más de la cuenta. Solo, a un metro de la raya de gol, mandó la pelota a las nubes. Fue tras un rechace del portero, que le dejó el balón muerto a los pies. "Si no pasamos la eliminatoria, después de ese gol que fallé me tengo que morir", le comentó a Jesús Gil después en vestuarios. El dueño del club las pasó canutas por ese lance: "Se me doblaban las piernas, no sé que pasó. Nimny, que sabe de esto, me hizo tornar azúcar y recuperé el habla. Pero lo pasé muy mal", añadió.