FÚTBOL 26ª JORNADA DE LIGA

La lamentable capitulación de Heynckes

Ningún sistema garantiza la victoria ni el buen juego. Pero todos los equipos necesitan un plan y un entrenador que lo defienda. La discusión sobre el cambio del dibujo en el Madrid es menos importante por lo táctico que por lo sintomático. Contra la presión de la mayoría de los jugadores y varios directivos, Heynckes se mantuvo firme en defensa del famoso rombo durante la primera vuelta de la temporada. Paradójicamente, la resistencia del técnico alemán a capitular le resultó beneficiosa a los ojos de quienes le exigían un cambio. La negativa de Heynckes le daba el primer alimento que sos...

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Ningún sistema garantiza la victoria ni el buen juego. Pero todos los equipos necesitan un plan y un entrenador que lo defienda. La discusión sobre el cambio del dibujo en el Madrid es menos importante por lo táctico que por lo sintomático. Contra la presión de la mayoría de los jugadores y varios directivos, Heynckes se mantuvo firme en defensa del famoso rombo durante la primera vuelta de la temporada. Paradójicamente, la resistencia del técnico alemán a capitular le resultó beneficiosa a los ojos de quienes le exigían un cambio. La negativa de Heynckes le daba el primer alimento que sostiene a los entrenadores en su cargo: la autoridad.Su renuncia fue desastrosa en todos los sentidos. Se plegó a la presión de los descontentos en el peor momento, en el primer partido de la segunda vuelta -un pasaje simbólico del campeonato- y frente al Atlético de Madrid. Alineó a dos medios defensivos y contentó a los nostálgicos del capellismo, sin reparar que a Capello le importaba un bledo la elaboración del juego y que empleaba a los dos pivotes como émbolo para presionar y recoger los rechaces. Ésa es la discusión táctica, pero lo que ha hundido a Heynckes es su condición vulnerable. Ninguno de los que le urgían a cambiar el sistema se sienten ahora solidarios con Heynckes. Especialmente los jugadores, que han vuelto a realizar otro ejercicio oportunista y cínico. Han abandonado a su entrenador a las críticas, mientras ellos, que tanto clamaban por la red de seguridad del doble pivote, miran hacia otro lado.

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Sin embargo, es cierto que la concesión de Heynckes es un rasgo de extrema debilidad y de falta de solidez en sus ideas. Su situación ha empeorado en todos los sentidos: el equipo juega peor, los resultados son decepcionantes, el enroque defensivo no ha mejora do la defensa y ha resultado pernicioso para el ataque, los jugadores se desmarcan de la suerte de su entrenador y los directivos echan pestes contra él. En estas condiciones, el retorno es imposible. Heynckes está solo y nadie le tiene confianza. En gran medida, por su culpa.

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