El otoño editorial de 1994

El "ejemplo italiano" estaba de actualidad en el otoño de 1994. La Operación Manos Limpias, impulsada por los fiscales de Milán, no sólo destapó la corrupción de un sistema político que llevaba 40 años sin alternancia, sino que provocó la disolución de los partidos tradicionales: la Democracia Cristiana, el Partido Socialista (PSI) y las dos bisagras, republicana y liberal. La derecha fue sustituida por el Polo, del empresario Silvio, Berlusconi, y la separatista Liga Norte. Los comunistas, menos afectados por los escándalos, se refundaron en el Partido Democrático de la Izquierda. ¿Pod...

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El "ejemplo italiano" estaba de actualidad en el otoño de 1994. La Operación Manos Limpias, impulsada por los fiscales de Milán, no sólo destapó la corrupción de un sistema político que llevaba 40 años sin alternancia, sino que provocó la disolución de los partidos tradicionales: la Democracia Cristiana, el Partido Socialista (PSI) y las dos bisagras, republicana y liberal. La derecha fue sustituida por el Polo, del empresario Silvio, Berlusconi, y la separatista Liga Norte. Los comunistas, menos afectados por los escándalos, se refundaron en el Partido Democrático de la Izquierda. ¿Podía repetirse la experiencia en España?La necesidad de cambiar "el sistema" de partidos se defendía, con diferente tono, en dos libros publicados por esas fechas: El Sistema de Mario Conde, -que ocho meses antes había perdido el control de Banesto por la intervención del Banco de España- y El discurso de la República de Antonio García Trevijano.

En la presentación de su libro, Conde defendió "ciertos cambios constitucionales", así como "una separación más nítida entre el poder ejecutivo y el legislativo" y puso como ejemplo a EE UU. Eso sí, puntualizó que no consideraba "incompatible un modelo constitucional monárquico con la elección directa del ejecutivo".

García Trevijano, mientras, opinaba que la clase política española era "incompetente" y actuaba como un "sindicato de poder". Si fracasaba la reforma, advirtió, se abriría el campo "a los cirujanos de hierro".

Entretanto, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, emplazó anoche en la Cadena SER al vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, a que desmienta que estuvo en la reunión del 5 diciembre de 1994 en el despacho de Pedro J. Ramírez. Si es falso, ofrece su dimisión en la Junta de Estremadura, si es cierto pide a Cascos que dimita.

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