El Sporting pone fin a tanta miseria
El fútbol es tan grande que una afición como la del Sporting, acostumbrada a los platos exquisitos, celebró como un título las migajas de la primera victoria. A la vigesimocuarta fue la vencida para el Sporting, un equipo que quedará durante mucho tiempo en la estadística más negra de Primera Divísión. Para que no faltase de nada, hubo emoción hasta el último minuto porque el Racing no se resignó a su desagradable papel. Ahora queda por ver en qué medida le afecta al equipo de Marcos el golpe moral de ayer.Los sportinguistas lo veían y no lo creían. En cuatro minutos, su equipo se puso con dos...
El fútbol es tan grande que una afición como la del Sporting, acostumbrada a los platos exquisitos, celebró como un título las migajas de la primera victoria. A la vigesimocuarta fue la vencida para el Sporting, un equipo que quedará durante mucho tiempo en la estadística más negra de Primera Divísión. Para que no faltase de nada, hubo emoción hasta el último minuto porque el Racing no se resignó a su desagradable papel. Ahora queda por ver en qué medida le afecta al equipo de Marcos el golpe moral de ayer.Los sportinguistas lo veían y no lo creían. En cuatro minutos, su equipo se puso con dos goles de ventaja. Era algo que no sucedía precisamente desde el último éxito en Liga, el 15 de junio de 1997, cuando un 3-0 al Rayo aseguró la permanencia gijonesa. En esos primeros 20 minutos, el Sporting no había hecho nada diferente a lo mostrado en tres o cuatro partidos que Pudo ganar en El Molinón. Los elegidos por Novoa pusieron, eso sí, una determinación pocas veces vista esta temporada.
Novoa, que había anunciado durante la semana que su equipo ya estaba preparado para ganar, tiró la casa por la ventana. Armó una medular ofensiva y puso por primera vez a su pareja atacante extranjera desde el principio. Se atrevió, incluso, a alinear una tripleta central con una media de edad de 20 años. El Sporting se encontró, además, con un rival propicio. El Racing, golpeado duramente en las dos últimas jornadas, apenas hizo nada en el primer tiempo por cambiar las cosas.