Tribuna

Más arropado, pero con menos llegada

Dos preocupaciones. Heynckes antes del partido tenía dos preocupaciones: cómo suplir a Mijatovic y cómo subsanar los problemas que su equipo venía evidenciando en los últimos encuentros a la hora de recuperar el balón. Para ello, el alemán decidió de salida variar su sistema, utilizando el doble pivote con Jaime y Redondo.Más arropado. El Madrid salió con la clara intención de jugar más arropado. Al perder el balón, se replegaba hasta el medio campo para juntar sus líneas. Por otra parte, los centrocampistas de fuera cerraban más cuando el balón progresaba por el lado contrario. Se ...

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Dos preocupaciones. Heynckes antes del partido tenía dos preocupaciones: cómo suplir a Mijatovic y cómo subsanar los problemas que su equipo venía evidenciando en los últimos encuentros a la hora de recuperar el balón. Para ello, el alemán decidió de salida variar su sistema, utilizando el doble pivote con Jaime y Redondo.Más arropado. El Madrid salió con la clara intención de jugar más arropado. Al perder el balón, se replegaba hasta el medio campo para juntar sus líneas. Por otra parte, los centrocampistas de fuera cerraban más cuando el balón progresaba por el lado contrario. Se vieron sorprendidos en los primeros córneres que los colchoneros sacaron abiertos, algo inhabitual en ellos. Olvidaron las bandas. Estando más fuerte por dentro, el Madrid tenía que haber utilizado más las bandas. Sin embargo, sólo profundizó por el centro, bien en corto o con lanzamientos largos a la espalda de la línea defensiva del Atlético. Guti demostró una vez más que en la banda no se siente cómodo. Seedorf tuvo poca presencia. Panucci y Roberto Carlos, apenas se incorporaban.

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Poca llegada. La obsesión por asegurar el balón ralentizó en exceso su juego. Había muchos problemas para enlazar con los puntas (Suker fue el más afectado). Acusaba la falta de pase a zonas intermedias. Sólo Raúl, con sus desmarques de apoyo, ofrecía en ocasiones esa posibilidad. Redondo tendría que haber utilizado más esa zona.

Savio. Tras el descanso el conjunto blanco se echó más atrás, pasando por dificultades. Poco a poco, fue adelantando sus posiciones y encontrando más claridad. Con la entrada de Savio, el equipo ganó en amplitud y en juego individual. Subió el nivel de participación. El nuevo fichaje madridista fue la mejor baza ofensiva. Demostró una gran calidad individual, extraordinarias dotes para el regate, mucha velocidad en la conducción y claridad en los últimos metros.

Mayor control. Tras conseguir el gol el Madrid se asentó. Se adueñó del balón. Lo movió con criterio e hizo que el juego se desarrollara en campo contrario. Pero otro despiste le costó el empate.

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