Cartas al director

Tamagotchi y sintoísmo

Me temo que algunos escriben en su periódico por ser hijos de quienes son, porque la pésima calidad del artículo del señor Múgica (Tamagotchi y sintoísmo) clama al cielo. Pese a estar harto de ver invariablemente cuánta ignorancia tienen esos articulistas de todo lo relacionado con la sociedad o la cultura japonesas (cosa comprensible, ya que a lo sumo habrán estado en ese país de breves vacaciones), escritos como ése me hacen saltar. Para empezar, nos demuestra la superficialidad de sus conocimientos al damos una burda descripción de enciclopedia de bolsillo del shinto o de los ...

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Me temo que algunos escriben en su periódico por ser hijos de quienes son, porque la pésima calidad del artículo del señor Múgica (Tamagotchi y sintoísmo) clama al cielo. Pese a estar harto de ver invariablemente cuánta ignorancia tienen esos articulistas de todo lo relacionado con la sociedad o la cultura japonesas (cosa comprensible, ya que a lo sumo habrán estado en ese país de breves vacaciones), escritos como ése me hacen saltar. Para empezar, nos demuestra la superficialidad de sus conocimientos al damos una burda descripción de enciclopedia de bolsillo del shinto o de los kami, nos mezcla churras con merinas, porque ha debido ver en la tele a cierto banquero compungido, las ''nuevas tecnologías" de los ya kuza (??), y termina poniendo la guinda al culpar a un inocente aparatito electrónico de la muerte de niños que, según el autor, deben llenar cementerios. Señor director: a mí me daría vergüenza publicar semejante artículo en un diario que pretende ser de calidad. Señor Múgica: antes de pontificar, juzgar o insultar a quienes desconoce, documéntese, estudie un poco más a conciencia. Sepa que los japoneses no son cristianos y, por tanto, no comparten su moral en lo relativo al suicidio. Sus elucubraciones acerca de los niños, el sintoísmo y los kami son puro disparate: los niños japoneses, como los de otros países, no son tontos. Pregúnteles qué piensan que, es un tamagotchi y se sorprenderá. Por otra parte, se le olvida ver lo positivo en ese ingenio: a muchos les sirve para darse cuenta de lo que significa tener que cuidar de una mascota antes de sacrificar o dejar abandonado a algún perrito, como suele ocurrir en nuestro país. Desde ese punto de vista, ¿no cree que el dichoso juguetito no es tan perverso ni peligroso? Que un joven como usted considere peligroso a un simple ingenio electrónico me suena más a Inquisición y a incultura que a otra cosa. Aprenda de esos niños japoneses, que saben que lo que tienen entre las manos no es más que una pantalla de cristal líquido con unos circuitos impresos en miniatura (chip, si prefiere).-

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