El Racing doblega al Mérida en los últimos minutos
El Mérida se dio de bruces ante un Racing que supo sobreponerse a sus errores. En los últimos 15 minutos del encuentro el grupo de Marcos Alonso pulverizó a los emeritenses. Hasta entonces los cántabros estuvieron abúlicos, torpes, colapsados. Sorprendentemente se produjo la metamorfosis y trenzaron un fútbol agresivo y consistente. El Mérida, bajo sospecha de crisis, volvió a las andadas y arruinó su ventaja en unos minutos de pura tragedia.Las hostilidades se abrieron al minuto de juego, cuando Bestchastnykh se plantó ante Montoya. El Mérida respondió con carácter y a los cinco minutos rompi...
El Mérida se dio de bruces ante un Racing que supo sobreponerse a sus errores. En los últimos 15 minutos del encuentro el grupo de Marcos Alonso pulverizó a los emeritenses. Hasta entonces los cántabros estuvieron abúlicos, torpes, colapsados. Sorprendentemente se produjo la metamorfosis y trenzaron un fútbol agresivo y consistente. El Mérida, bajo sospecha de crisis, volvió a las andadas y arruinó su ventaja en unos minutos de pura tragedia.Las hostilidades se abrieron al minuto de juego, cuando Bestchastnykh se plantó ante Montoya. El Mérida respondió con carácter y a los cinco minutos rompió clichés: Biagini estrenó su casillero, con la ayuda de un defensor contrario, y el grupo de D'Alessandro se encontró con un gol madrugador, algo inusual y por eso una incógnita.
El partido se hizo tosco y hasta violento. El catálogo de recursos se ofreció por ambas partes tan limitado como concluyente: patadas, agarrones y empujones.
El Racing se creció y a medida que los cántabros despertaron el Mérida fue empequeñeciendo. Montoya salvó dos frenéticos disparos de Correa y Arpón, pero no pudo evitar un soberbio disparo ni fue culpa suya tanta facilidad como se le dio a Tais. El Racing hizo terapia a costa del Mérida, a quien el frío de diciembre le abstrae y le confunde.