Reportaje:CAMBIOS DE NACIONALIDAD

La variante Girardelli

El saltador estrella Andreas Goldberger, suspendido por consumir cocaína en Austria, busca país para competir

El deporte profesional, y mucho más después de la ley Bosman, es casi una aldea global en la que se mueven sin demasiadas fronteras, y con bastante mayor facilidad que los ciudadanos normales, multitud de deportistas de todos los continentes. Sólo la calidad y los intereses económicos priman. Es la ley de la oferta y la demanda. Incluso llegan a cambiar de nacionalidad con sospechosa rapidez para defender nuevos países o simplemente para dejar plazas libres de extranjeros.Pero también hay variantes curiosas. La del austriaco Andreas Goldberger, de 25 años, el primer hombre que super...

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El deporte profesional, y mucho más después de la ley Bosman, es casi una aldea global en la que se mueven sin demasiadas fronteras, y con bastante mayor facilidad que los ciudadanos normales, multitud de deportistas de todos los continentes. Sólo la calidad y los intereses económicos priman. Es la ley de la oferta y la demanda. Incluso llegan a cambiar de nacionalidad con sospechosa rapidez para defender nuevos países o simplemente para dejar plazas libres de extranjeros.Pero también hay variantes curiosas. La del austriaco Andreas Goldberger, de 25 años, el primer hombre que superó la barrera de los 200 metros saltando con esquíes, triple ganador de la Copa del Mundo y mejor especialista de la modalidad hasta la temporada pasada, parece una repetición excepcional. Está en el camino de convertirse en el nuevo Marc Girardelli, el esquiador más completo de los últimos anos y la gran estrella antes de la irrupción de Alberto Tomba. Toda su gloria la consiguió para Luxemburgo tras enfadarse con su país, Austria, por cuestiones técnicas. Goldberger, ahora, mendiga país después de ser sancionado por confesar públicamente que había consumido cocaína. Y Goldberger no es cualquier cosa. Por sus éxitos, ha llegado incluso a figurar en los aviones de la compañía aérea nacional, junto a Mozart o el emperador Francisco José, como parte de los actos del milenario de Austria.

El mundo de altos vuelos del esquí es mucho más conflictivo que el de los deslizadores. Sus impresionantes caídas suelen ser también sonadas en la vida privada. Goldberger también tiene el triste precedente del finlandés Matti Nykaenen, doble campeón olímpico en Calgary 88, que hizo historia en este deporte antes de entrar en el desastre del alcohol, punto final de su brillante carrera.

Goldberger, que parecía el heredero absoluto del alemán Jens Weissflog, quizá el mejor saltador de la historia, tuvo un significativo bajón ya la temporada pasada, en la que ganó sólo una prueba de la Copa del Mundo, y dejó el brillo al joven esloveno de 18 años, Primoz Peterka. Sus problemas no iban quedar ahí. En Abril, durante, un programa de televisión, confesó haber consumido cocaína "una sola vez" en una discoteca con unos amigos. La Federación Austriaca le suspendió entonces por seis meses y en junio incluso e expulsó definitivamente. El asunto acabó en los tribunales ordinarios, pero aún fue peor. Un traficante detenido le acusó de haberle comprado droga varias veces en dos discotecas de Viena, y por tenencia, consumo y tráfico de 20 gramos le pusieron una multa de dos millones de pesetas. La justicia, al menos, le ha reconocido el derecho a saltar con otro país y al primero que se ha ido -sin éxito, al parecer-, ha sido en su avión privado a Yugoslavia. Resulta curioso, tratándose de un país exportador de deportistas, pero sucede que el presidente de la federación de esquí serbia es el responsable de una marca de bebidas energéticas que patrocina al saltador.

En cualquier caso, difícilmente tendrá tiempo esta temporada para cambiar su vuelo. Además sede encontrar nuevo pasaporte, deberá tener el permiso de la Federación Internacional.

La nueva edición de la Copa del Mundo,empezó el sábado en Lillehammer, la ciudad noruega sede olímpica en 1994, donde Goldberger fue bronce. Y esta vez no pudo estar. Ganó el veterano alemán Dieter Thoma, ante el finlandés Jani Soininen y el japonés Noriaki Kasai. Peterka, sólo fue octavo. Al fondo, en febrero, esperan los Juegos de Nagano (Japón) para dar aún más morbo a la situación.

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