El frío estadio de Lerkendal
En Trondheim la vida se paraliza cuando se acaba la luz natural, y eso ocurre antes de las cuatro de la tarde. La nieve y el hielo que cubren las calles no invitan a esa hora a salir fuera de las casas; menos aún a hacer otro deporte que no sea el esquí. Por eso, desde hace algo más de un mes, el estadio de Lerkendal está cerrado. La Liga noruega acabó por esas fechas con el Rosenborg como ganador del campeonato. Como las condiciones meteorológicas eran muy duras, Nils Arne Eggen, el entrenador del equipo noruego, decidió llevarse a sus jugadores primero a Dinamarca y luego a Inglaterra para s...
En Trondheim la vida se paraliza cuando se acaba la luz natural, y eso ocurre antes de las cuatro de la tarde. La nieve y el hielo que cubren las calles no invitan a esa hora a salir fuera de las casas; menos aún a hacer otro deporte que no sea el esquí. Por eso, desde hace algo más de un mes, el estadio de Lerkendal está cerrado. La Liga noruega acabó por esas fechas con el Rosenborg como ganador del campeonato. Como las condiciones meteorológicas eran muy duras, Nils Arne Eggen, el entrenador del equipo noruego, decidió llevarse a sus jugadores primero a Dinamarca y luego a Inglaterra para seguir con su preparación en la Liga de Campeones. El Rosenborg, en el último mes, sólo ha jugado ante el Oporto y algún que otro partido amistoso para mantenerse a tono. En este periodo de tiempo, todos sus jugadores lesionados se han recuperado y el equipo al completo está ya listo para reeditar ante el Madrid su gran eliminatoria ante el Milan.El equipo italiano conoce el peligro del Rosenborg, que el año pasado le dejó fuera de la Liga de Campeones. Liaño también se acuerda de ellos cuando estuvo aquí con el Deportivo de A Coruña, hace tres años. El Depor ganó 1-0 gracias a una noche milagrosa de Liaño, cuyo trabajo pudo más que el estadio de Lerkeland.
El Rosenborg es en su campo un equipo muy ofensivo. Juegan con un 4-3-3. Los jugadores de las bandas se incorporan al ataque, donde Mini Jacobsen y Brattbakk crean mucho peligro.
Los jugadores noruegos son, además, físicamente muy potentes. Bragstad y Bergdolmo rozan los dos metros, como su delantero Rushfeldt.
Pero lo más importante es que están acostumbrados al frío. Las previsiones apuntan a que el partido se jugará a diez grados bajo cero. El césped, a pesar del cuidado que se está teniendo con él, está muy blando, y en algunas zonas tiene placas de hielo. Las condiciones en la grada no son mejores. Ayer había nieve en la tribuna y una gran parte del campo está incluso al descubierto.
La directiva del Madrid se preguntaba ayer cómo era posible que la UEFA no impidiera que partidos como éste se disputen en estas condiciones. En su opinión, la normativa de la Liga de Campeones debería hacer una excepción con este tipo de encuentros. Habría, según ellos, que cambiar la hora de juego y buscar otra época del año para viajar a estas tierras.