FÚTBOL DECIMOTERCERA JORNADA DE LIGA

Compostela y Valladolid se neutralizan

El encuentro de ayer en Santiago fue una buena muestra de cómo pueden neutralizarse mutuamente hasta oscurecer el juego dos equipos que se han ganado, al menos en sus últimos partidos, fama de practicar un fútbol más armónico, técnico y equilibrado del que indican su posición en la tabla. Quizá tengan ambos, Compostela y Valladolid, mayor capacidad para lucirse ante los grandes.

En cualquier caso, fue el Valladolid el que supo sacar mejor provecho de. la situación. Así, al término de la primera mitad los números cantaban por sí solos: siete córneres forzados por los visitantes por n...

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El encuentro de ayer en Santiago fue una buena muestra de cómo pueden neutralizarse mutuamente hasta oscurecer el juego dos equipos que se han ganado, al menos en sus últimos partidos, fama de practicar un fútbol más armónico, técnico y equilibrado del que indican su posición en la tabla. Quizá tengan ambos, Compostela y Valladolid, mayor capacidad para lucirse ante los grandes.

En cualquier caso, fue el Valladolid el que supo sacar mejor provecho de. la situación. Así, al término de la primera mitad los números cantaban por sí solos: siete córneres forzados por los visitantes por ninguno los locales.

La actitud de los castellanos estuvo clara desde el inicio. Una tela de araña en la zona central, donde practicaban casi un rondo de entrenamiento en el que se empantanaba en demasía el Compostela, que nunca llegó a salir del atasco y recurrió demasiado a balones frontales colgados que eran un chollo para la defensa rival. No cayeron en la cuenta de que faltaba Penev. Y no cabe duda de que se notó su ausencia.

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El paisaje cambió de forma sensible en la segunda parte, lo que se debió en buena medida al chaparrón que cayó en los primeros minutos. El agua debió asustar a los vallisoletanos, conscientes quizá de que las condiciones exigían un juego más abierto, al que no estaban dispuestos. Así que dieron el empate por bueno y se prepararon para aguantar la embestida local. Fue en esta mitad cuando el Compostela dio lo mejor de sí, impulsado por su garra y su ambición, aunque en vano.

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