El público abandona al Sporting

El Molinón estalló por fin de rabia, odio e impotencia. Pero lo hizo con buen humor, con un talante que hubiesen firmado en el Sánchez Pijuán. La gente, harta ya de estar harta, se descolgó con el grito de "campeones" y hasta se permitió el lujo de hacer la ola. Por entonces, el Zaragoza firmaba el virtual descenso del Sporting con un 0-3 que desconectó al público del equipo, el único vínculo que mantenía en pie al sportinguismo. Poco después la mayoría de los asistentes simplemente se marchó.En el principio fue Maceda. El entrenador había conseguido dar cierta solidez al equipo en las últimas...

El Molinón estalló por fin de rabia, odio e impotencia. Pero lo hizo con buen humor, con un talante que hubiesen firmado en el Sánchez Pijuán. La gente, harta ya de estar harta, se descolgó con el grito de "campeones" y hasta se permitió el lujo de hacer la ola. Por entonces, el Zaragoza firmaba el virtual descenso del Sporting con un 0-3 que desconectó al público del equipo, el único vínculo que mantenía en pie al sportinguismo. Poco después la mayoría de los asistentes simplemente se marchó.En el principio fue Maceda. El entrenador había conseguido dar cierta solidez al equipo en las últimas jornadas, pero la mejoría había chocado brutalmente con la nulidad rematadora de sus delanteros. Ayer Maceda volvió a insistir con Alex, un centrocampista que había destacado en Segunda B, y Kaiku, que no había alcanzado los 10 goles con el Levante en Segunda. En el primer minuto Kaiku falló su enésima oportunidad de la temporada, en otro mano a mano con el portero rival para mayor gloria de Juanmi en esta ocasión. Y Álex, cuando el partido ya estaba cuesta arriba, derrochó dos balones claros.

El Zaragoza, que pasaba por allí, se limitó a aprovechar dos jugadas a balón parado, como adelantaban las estadísticas.