Tribuna

Relajamiento rojiblanco

Superioridad. Lardín disipó en el minuto 1 todas las dudas, si es que había algunas. El ambiente de la Tumba se enfrió de repente. Los jugadores griegos tardaron bastantes minutos en reponerse del mazazo que les supuso el gol. La superioridad atlética a partir de ese momento y hasta el final fue una continuidad del encuentre, de ida.Mejor en ataque. Sorprendió que el Paok no saliera a tumba abierta como en principio se preveía, aunque quizá influyera en ello el tempranero gol atlético. El equipo griego demostró tener mejores condiciones para atacar que para defender...

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Superioridad. Lardín disipó en el minuto 1 todas las dudas, si es que había algunas. El ambiente de la Tumba se enfrió de repente. Los jugadores griegos tardaron bastantes minutos en reponerse del mazazo que les supuso el gol. La superioridad atlética a partir de ese momento y hasta el final fue una continuidad del encuentre, de ida.Mejor en ataque. Sorprendió que el Paok no saliera a tumba abierta como en principio se preveía, aunque quizá influyera en ello el tempranero gol atlético. El equipo griego demostró tener mejores condiciones para atacar que para defender. De medio campo hacia adelante tiene jugadores con buenas cualidades técnicas y buen manejo de balón (Fratzeskos y Olivares fueron sus máximos exponentes). Combinaban con criterio, consiguiendo más profundidad por la banda derecha que por la izquierda. Su mentalidad ofensiva (sumaban muchos jugadores en ataque) se vio recompensada con cuatro goles.

Con la ventaja. El partido se acomodó aún más a las pretensiones del Atlético. Antic colocó a la, defensa eh el borde del área y a Vizcaíno por delante. Juninho más retrasado que de costumbre se encargó de superar la presión griega en el centro del campo y enlazar con Kiko. La velocidad de Lardín, Aguilera y Bogdanovic, pudieron una y otra vez con la floja defensa del Paok.

Mal estructurado. Sin balón, el Paok fue un equipo mal estructurado. Los delanteros y, sobre todo, los centrocampistas tardaban mucho en recuperar la posición. Sus hombres ejercían la presión de manera individual y tardía, lo que permitía al jugador atlético, poseedor del balón, realizar el pase con gran facilidad.

La ayuda. El Atlético afrontó la segunda parte con una comodidad absoluta con el gol de Santi hasta que el árbitro decidió aliarse con el Paok. Los griegos tomaron aire gracias al relajamiento rojiblanco y consiguieron cuatro goles. Acabó Kiko haciendo justicia.

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