Ronaldo vierte su genio en el "calcio"

"...Ronaldo recogió un balón en la zona derecha del medio (a 30 metros de la portería) y con su habitual rapidez", describía ayer la agencia Efe, "se fue en diagonal hacia el área, driblando a un defensor, haciendo la denominada bicicleta sobre otros dos, eludiendo, ya dentro del área, con una finta a otros zagueros y cruzando, por bajo y al palo contrario, la salida del meta". Parece este un gol viejo, dibujado en mil gráficos y reproducido en mil cintas, pero apenas tiene dos días. Era el 0-3 para el Inter pero el público del Piacenza se olvidó de su equipo, se olvidó de la Copa (octa...

"...Ronaldo recogió un balón en la zona derecha del medio (a 30 metros de la portería) y con su habitual rapidez", describía ayer la agencia Efe, "se fue en diagonal hacia el área, driblando a un defensor, haciendo la denominada bicicleta sobre otros dos, eludiendo, ya dentro del área, con una finta a otros zagueros y cruzando, por bajo y al palo contrario, la salida del meta". Parece este un gol viejo, dibujado en mil gráficos y reproducido en mil cintas, pero apenas tiene dos días. Era el 0-3 para el Inter pero el público del Piacenza se olvidó de su equipo, se olvidó de la Copa (octavos de final) y apludió rendido el gol. Y tributó la mejor ovación a Ronaldo tras ser sustituido. La repetición de la misma película de un gol tan bello conocido, casi tanto como el que logró hace justo un año (el 12 de octubre) en Compostela."Mi fútbol es alegría, sin ella no podría jugar nunca. Es un gran orgullo oír cómo los aficionados del equipo adversario corean tu nombre", comentó ayer Ronaldo tras entrenarse en Appiano Gentile. El brasileño desató la Ronaldomanía antes de llegar a San Siro, pero el miércoles la explosión se produjo en el césped. Con la inmensa virtud de saber imitar sus genialidades, el brasileño ha revolucionado el calcio. Vive igual en Eindhoven, Barcelona o Milán como juega al fútbol en la Liga holandesa, española o la italiana. Y ha lanzado el peor castigo para quienes vaticinaban su fracaso en Italia.

"Yo, éste el de Piacenzal, lo considero un gol normal. Quizás sí es bello, pero el mejor de mi carrera fue el que marqué ante el Compostela y el segundo, uno ante el Atlético [el día del 5-4]", matizó en Milán ante la atónita mirada de muchos. Ha elevado tanto el listón que pueda que algo de razón tenga: en Santiago arrancó desde detrás de la divisoria y en Piacenza lo hizo cuatro metros más adelantado. Allí describió casi una parábola hasta la red y en Italia fue directo a portería. Pero en ambos casos dejó a defensas por el camino: superó a cuatro zagueros italianos, dos rodaron por el suelo, arrastró al portero y le batió en diagonal.

El fenómeno

Denominado El fenómeno [en España se le calificó de Extraterrestre], Ronaldo ha fulminado los interrogantes que se cernían sobre su capacidad para romper las férreas defensas en Italia. No marcó en su debú liguero, pero pronto se resarció: suma nueve goles en cinco partidos -supera su media de gol por encuentro y el miércoles ya logró su primer triple. "En Italia es difícil para un delantero anotar muchos goles", confesó, "pero el Inter me está creando muchísimas ocasiones. Veo cada vez mejor al Inter. Trabajamos no para que yo sea el máximo goleador, sino para ser campeones".Si mantiene la media volverá a pulverizar récords. Y eso que no todo son flores. Dicen en Italia que alguno de sus compañeros -las sospechas se centran en Simeone y Zanetti- se resisten, a darle balones. "¿Queréis que diga que me boicotean?", interpeló, Ronaldo el domingo, dirigiéndose en castellano -aún no habla el italiano- a la prensa de Milán. "No lo diré", acabó. Pero no lo niega. Ni lo necesita: el gol vive con este hombre vaya donde vaya. No hay quien lo pare, de momento, ni en Italia.