Heynckes dejó a Suker en el banquillo

A Jupp Heynckes no le importó atizar el debate. Había anunciado novedades para dar descanso a algunos titulares y todo el mundo apuntó un número, el nueve. Acierto pleno. Suker calentó banquillo en El Molinón y su lugar fue ocupado por Morientes, el joven que aspira a destronarlo. Con la resignación a cuestas, el croata peloteó junto a otro ilustre marginado, IlIgner, y dos jóvenes como Jaime y Víctor.Sorprendió más la suplencia de Karanka, la primera en la Liga desde su llegada al Real Madrid. Heynckes optó por un tándem defensivo clásico, con Hierro' y Sanchis, que recordaba otras épocas del...

A Jupp Heynckes no le importó atizar el debate. Había anunciado novedades para dar descanso a algunos titulares y todo el mundo apuntó un número, el nueve. Acierto pleno. Suker calentó banquillo en El Molinón y su lugar fue ocupado por Morientes, el joven que aspira a destronarlo. Con la resignación a cuestas, el croata peloteó junto a otro ilustre marginado, IlIgner, y dos jóvenes como Jaime y Víctor.Sorprendió más la suplencia de Karanka, la primera en la Liga desde su llegada al Real Madrid. Heynckes optó por un tándem defensivo clásico, con Hierro' y Sanchis, que recordaba otras épocas del madridismo. El experimento salió bien porque los dos veteranos apenas tuvieron trabajo ante un miedoso Sporting.

Morientes, además, volvió a aprovechar su oportunidad. Tras una primera ocasión fallida, el ariete abrió el marcador, para dejar claro que aquí está él para lo que haga falta. El debate vuelve a abrirse.