VUELTA 97

'Il bello' Jiménez, la variante moderna del 'relojero de Ávila'

El ciclismo es un deporte individual, aunque las tácticas de equipo lo hayan llevado casi a olvidar aquellas hazañas del pasado en que los grandes atacaban al comienzo de las jornadas montañosas sin esperar a que sus escuderos maduraran a los rivales. Y es esencialmente individual porque los ídolos al final se llaman Induráin o Delgado y no Banesto u ONCE. Incluso el ciclismo es más patriotero que otros deportes porque así nos enseñaron los Bahamontes, Julio Jiménez y tantos otros.Si en un tiempo sonó más un grupo histórico, el Kas, fue por su

enorme dominio en la época y porque sólo co...

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El ciclismo es un deporte individual, aunque las tácticas de equipo lo hayan llevado casi a olvidar aquellas hazañas del pasado en que los grandes atacaban al comienzo de las jornadas montañosas sin esperar a que sus escuderos maduraran a los rivales. Y es esencialmente individual porque los ídolos al final se llaman Induráin o Delgado y no Banesto u ONCE. Incluso el ciclismo es más patriotero que otros deportes porque así nos enseñaron los Bahamontes, Julio Jiménez y tantos otros.Si en un tiempo sonó más un grupo histórico, el Kas, fue por su

enorme dominio en la época y porque sólo corrían en él españoles. Aparte,del gigantismo made in Induráin, la realidad del menor atractivo de la ONCE no es porque su director sea más o menos antipático, sino porque Zülle es suizo y Jalabert, aunque hable un magnífico español, francés.

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José María Jiménez, el nuevo Jiménez, es de El Barraco (Ávila), y con su irregularidad a cuestas, da espectáculo. Le falta concretar tanta batalla y ganar más guerras como la de Los Angeles de San Rafael, pero ahí está. Pedro Delgado ha sido la quinta parte de Induráin y es tan famoso como él.Incluso con errores históricos como su llegada tarde a una contrarreloj, que le costó un Tour. Jiménez, el otro relojero de Ávila, sucesor de Julio, también ha contado con la libertad para esos ataques que hacen afición tras perder todas sus opciones de cara a la general en el desastre granadino del Banesto. Pero la aprovechó. Y, además tiene otra baza. Presume de guapo y ejerce con el público femenino. En las salidas, en las llegadas y hasta en carrera con las cámaras. El ciclismo español tiene otro bello, un Cipollini que enamora en las cumbres. De bastante más entidad ciclista. Que cuaje.

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