Rafter devuelve a Australia a la élite
En la pista central no estaban todos aunque había una excelente representación. Los demás lo. vieron por la televisión. Pero ninguno de los grandes tenistas australianos de los años 50 y 60 pudo evitar que una lágrima cruzara su mejilla cuando Patrick Rafter levantó los brazos en señal inequívoca de que había ganado el Open de Estados Unidos. Rafter derrotó al británico Greg Rusedski, como él de 24 años, por 6-3, 6-3, 4-6, 7-5 en 2 horas y 26 minutos y ganó así su primer Grand Slam.Su victoria devuelve a la élite mundial a un tenis australiano bastante maltratado desde la desaparición' del rut...
En la pista central no estaban todos aunque había una excelente representación. Los demás lo. vieron por la televisión. Pero ninguno de los grandes tenistas australianos de los años 50 y 60 pudo evitar que una lágrima cruzara su mejilla cuando Patrick Rafter levantó los brazos en señal inequívoca de que había ganado el Open de Estados Unidos. Rafter derrotó al británico Greg Rusedski, como él de 24 años, por 6-3, 6-3, 4-6, 7-5 en 2 horas y 26 minutos y ganó así su primer Grand Slam.Su victoria devuelve a la élite mundial a un tenis australiano bastante maltratado desde la desaparición' del rutilante Pat Cash, campeón de Wimbledon en 1987. Rafter, además, tiene un juego más similar al de aquellos tenistas inolvidables como Rod Laver, Ken Rosewall, Roy Emerson, John Newcombe, Fred Stolle o Lew Hoad, entre otros, que marcaron de forma incuestionable una etapa y contribuyeron decisivamente a la evolución del juego.
Entre todos ellos ganaron 55 títulos del Grand Slam (14 Open de EEUU, 13 Wimbledon, 11 Roland Garros y 17 Open de Australia) y conquistaron 15 veces la Copa Davis entre los años 1950 y 1970. Fueron tenistas que cambiaron la forma de jugar y, de la mano de Harry Hopman, implantaron un tenis de fuerza física, con grandes servicios, golpes ganadores y voleas decisivas.
Uno de ellos, Tony Roche, ha trabajado intensamente con Rafter en la preparación de este open americano. "Su contribución es incuestionable", señaló Rafter.
Es evidente que la final masculina supuso una batalla entre dos grandes sacadores, preocupados fundamentalmente por ganar la red a toda costa. Rusedski incluso conectó un saque a 230 kilómetros por hora y marcó así un nuevo récord. Sin embargo, lo que realmente acabó decidiendo el partido fue su mayor solidez del juego de fondo, que logró 40 puntos ganadores, incluyendo los de saque. Rafter se anotó con claridad las dos primeras mangas y cedió la tercera cuando perdió por dos veces su saque. Todavía lo perdería otra vez en la cuarta manga. Sin embargo, su excelente resto y la calidad de sus passing-shots le permitieron lograr el break decisivo en el undécimo juego.
Logrado el objetivo, Rafter levantó los brazos, se arrodilló en la pista, y después se lanzó hacia la grada para abrazarse a Roche y a su familia. "Es como un sueño que nunca creí alcanzar", señaló un ilusionado Rafter. Su victoria es la primera de un australiano en el Open de EEUU desde Ken Rosewall en 1970. Y además de proporcionarle 100 millones de pesetas, le situará en tercera posición de la clasificación mundial.
Resultados
Final masculina: Rafter (Australia), a Rusedski (Gran Bretaña), por 6-3, 6-3, 4-6, 7-5.
Final femenina: Hingis (Suiza, 1 cabeza de serie), a Williams (EEUU) por 6-0, 6-4.
Final dobles masculinos: Kafelnikov (Rusia)- Vacek (R. Checa), a Bjorkman-Kulti (Suecia) por 7-6 (10-8), 6-3.
Final dobles femeninos: Davenport (EEUU)-Novotna (R. Checa), a Fernández (EEUU)- Zvereva (Bielorrusia) por 6-3, 6-4.