González impulsará una plataforma progresista al margen del PSOE

Felipe González trabaja en la creación de una fundación ajena al PSOE en la que tendrán cabida progresistas que no militan en el partido. El dirigente socialista formará parte de su patronato, pero no será el presidente. Ya intentó ponerla en marcha tras las elecciones de 1996, pero la pospuso al percibir que no era bien acogida en algunas instancias por quedar al margen de la organización. La iniciativa está al margen de la fundación que el propio González presidirá y cuya formación le encomendó el último congreso. La casi imposición de que presida esta fundación del PSOE se relaciona con el ...

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Felipe González trabaja en la creación de una fundación ajena al PSOE en la que tendrán cabida progresistas que no militan en el partido. El dirigente socialista formará parte de su patronato, pero no será el presidente. Ya intentó ponerla en marcha tras las elecciones de 1996, pero la pospuso al percibir que no era bien acogida en algunas instancias por quedar al margen de la organización. La iniciativa está al margen de la fundación que el propio González presidirá y cuya formación le encomendó el último congreso. La casi imposición de que presida esta fundación del PSOE se relaciona con el deseo de la actual Ejecutiva de que el ex secretario general no se desvincule de los dirigentes del partido.

Los servicios jurídicos del PSOE trabajan en los aspectos legales de su fundación. Todavía no tiene nombre, pero González recibirá propuestas con palabras como libertad, igualdad o solidaridad. En ella continuará la tarea que empezó en septiembre de 1996, cuando la Internacional Socialista le encomendó la creación de un grupo de trabajo que pusiera nuevos cimientos políticos e ideológicos a esa organización con vistas a la resolución de los problemas de la sociedad del siglo XXI.Su sede estará en la calle de Gobelas, a las afueras de Madrid, en un edificio del PSOE que durante años fue el cuartel electoral que dirigía el ex vicesecretario Alfonso Guerra. A ella se trasladó González en mayo de 1996 tras perder las elecciones. Por nada del mundo quieren los nuevos dirigentes que haga, otra mudanza. Allí está trabajando desde el pasado día 18, cuando dio por finalizadas sus vacaciones. La puesta en marcha de la fundación socialista y la otra "grande", como la llaman los pocos que conocen el tema, ocupa parte de su tiempo.

Esta fundación del PSOE no ha hecho, sin embargo, que González ceje en su viejo proyecto de constituir una plataforma qué aglutine a personas del partido y de fuera y esté dividida por áreas de pensamiento. La diputada Rosa Conde, que iba a ser la directora, empezó a trabajar en el proyecto hace un año, pero las carpetas se guardaron al percibir González que la idea no era bien acogida en el partido. Ahora ha vuelto a ponerse manos a la obra. Aunque no la presida, la impulsará decididamente.

Sin publicidad

De otro lado, y según se ha sabido ahora, el secretario de. Organización del PSOE, Cipriá Ciscar, metió a toda prisa en el último congreso un párrafo en el artículo 38 de los nuevos estatutos federales pensado para Felipe González, aunque ya servirá para todos sus sucesores en la Secretaría General. La comisión lo aprobó por aclamación, pero no se le dio publicidad.

En cualquier caso, la nueva dirección, no se atreve a predecir si Felipe González hará uso o no del derecho a asistir a las reuniones del Comité Federal, el órgano en el que se discute, avala o rechaza la política de la Ejecutiva. Aun así, aventura que no es probable que lo haga, dado su interés por dejar campo libre a Joaquín Almunia.

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"No quiero nada. Sólo, que me déis dos o tres semanas para recoger las cosas de Gobelas [una de las sedes socialistas] y hacer el traslado". Ésto es lo que dijo González a los secretarios regionales, así como a Ciscar y Almunia, el pasado 20 de junio tras anunciar que no iba a presentarse a la reelección como líder.

En ese momento algunos empezaron a pensar qué hacer para que no se desvinculara de la formación y se les ocurrió que presidiera una fundación.

El caché del ex presidente del Gobierno español

Felipe González no quiere ser una carga económica para el PSOE. Personalmente, aseguran fuentes de su entorno, no tiene problemas porque cobra, el sueldo de diputado y la pensión de ex presidente. Su preocupación está en lo que le costará al partido su fundación, por modesta que sea. Le han dicho que no se preocupe. Pero ya ha buscado una solución: se financiará con el dinero que le Paguen por las galas, conferencias y seminarios.El sostenimiento de la otra fundación le preocupa menos porque , al no ser del PSOE, será responsabilidad de los miembros del patronato que la formen y de quienes se unan al proyecto a través de cuotas y aportaciones.

El ex presidente del Gobierno desconocía todo lo que se refiere al mundo de los conferenciantes de lujo. Inmediatamente después de perder las elecciones empezaron a lloverle invitaciones de universidades de todos los rincones del mundo y a requerirse su presencia en foros sindicales y sociales de todo tipo. No ha atendido ni el 1% de ellas. En cambio, sí que ha acudido a los principales compromisos políticos internacionales; aunque en éstos, lógicamente, no hay remuneración.

Si la avalancha de invitaciones le deparó cierta sorpresa, el dinero que le ofrecían le dejó boquiabierto, aseguran personas de su entorno. Un experto le dijo con toda naturalidad que, "obviamente", su caché en dólares es el mismo que el de la británica Margaret Thatcher o el del norteamericano Henry Kissinger.

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