GENTE

BODA BAJO EL AGUA

Ricardo Urien Laso, de 27 años de edad, ingeniero de caminos, de Santander y Natalia Vallina Juárez, de 26, nacida en Argentina y nacionalizada española, que trabaja de enfermera mental, se casaron el sábado pasado cinco metros bajo el agua en plena bahía de Santander. La primera boda submarina celebrada en Cantabria vio acrecentado su interés por el hecho de que el oficiante fue el alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro. Los cónyuges, no necesitaron ensayo previo pero sí el regidor, hombre que frecuenta el Cantábrico en superficie, eficaz pescador de túnidos y en cuyas faenas...

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Ricardo Urien Laso, de 27 años de edad, ingeniero de caminos, de Santander y Natalia Vallina Juárez, de 26, nacida en Argentina y nacionalizada española, que trabaja de enfermera mental, se casaron el sábado pasado cinco metros bajo el agua en plena bahía de Santander. La primera boda submarina celebrada en Cantabria vio acrecentado su interés por el hecho de que el oficiante fue el alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro. Los cónyuges, no necesitaron ensayo previo pero sí el regidor, hombre que frecuenta el Cantábrico en superficie, eficaz pescador de túnidos y en cuyas faenas por alta mar suele acompañarle el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos. Los protagonistas de la boda hubieron de hacer frente a una impetuosa corriente de la marea entrante. Piñeiro llevaba un cuaderno con la liturgia escrita para el matrimonio civil. La novia portaba un pequeño ramo de azahar y vestía traje de neopreno, con las botellas de oxígeno a la espalda. Natalia se limitó a asentir con la cabeza cuando el alcalde le dio a leer: "¿Quiere y acepta por marido y esposo a Ricardo Urien aquí presente junto a usted, de acuerdo con la legalidad vigente?". Los desposados residen y trabajan en los alrededores de Londres-

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