Crítica:

La ciudad de los niños perdidos

23.20 / Fantástica / La 2Francia-España, 1995 (107 minutos). Director: Jean-Pierre Jeunet. Intérpretes: Ron Perlman, Daniel Emilfork, Judith Vittet, Dominique Pinon.La pareja de Delicatessen, Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, vuelve al ataque con similar munición e ímpetus (presupuestos) redoblados. Un ogro persigue la olvidada facultad de soñar. Con este propósito, rapta a tiernas criaturas para arrancarles fantasías, delirios y voluntades. Al rescate corren la joven bella y la entrañable bestia. Hasta aquí, el sencillo modo de empleo. La lista de ingredientes es más barroc...

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23.20 / Fantástica / La 2Francia-España, 1995 (107 minutos). Director: Jean-Pierre Jeunet. Intérpretes: Ron Perlman, Daniel Emilfork, Judith Vittet, Dominique Pinon.La pareja de Delicatessen, Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, vuelve al ataque con similar munición e ímpetus (presupuestos) redoblados. Un ogro persigue la olvidada facultad de soñar. Con este propósito, rapta a tiernas criaturas para arrancarles fantasías, delirios y voluntades. Al rescate corren la joven bella y la entrañable bestia. Hasta aquí, el sencillo modo de empleo. La lista de ingredientes es más barroca: el idolatrado Terry Gilliam (Brazil), Tex Avery, David Lynch; películas como La parada de los monstruos, La noche del cazador o El vampiro de Düsseldorf y mil citas, homenajes o, por qué no, plagios se apelmazan en un abigarrado paisaje de efectos especiales con vocación de fascinante. No en balde, se trata de la película más cara del cine francés hasta la aparición de El quinto elemento. El resultado es un cegador ejercicio de los que atenazan los nervios hasta crear dos bandos: los incondicionales y los incondicionados. Sin dramatizar: un delicado trabajo de orfebrería.

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