Ronaldo por Van Gaal

Perseguido por un calendario denso e intimidador, y limitado por una plantilla falta de especialistas y sobrada de complementos Louis Van Gaal intenta ganar tiempo dibujando un Barca que ninguno de sus admiradores le habría atribuido. Imitar al Ajax parece hoy una pretensión demasiado alta. Van Gaal no es un gestor como su antecesor y, por tanto, merece comprensión en la misma medida que genera ilusión.Falta de pegada. El Barca ha perdido gol: siete tantos en cuatro amistosos dice muy poco en favor de un equipo que el año pasado superó la barrera de los cien en la Liga. Es cierto que se...

Perseguido por un calendario denso e intimidador, y limitado por una plantilla falta de especialistas y sobrada de complementos Louis Van Gaal intenta ganar tiempo dibujando un Barca que ninguno de sus admiradores le habría atribuido. Imitar al Ajax parece hoy una pretensión demasiado alta. Van Gaal no es un gestor como su antecesor y, por tanto, merece comprensión en la misma medida que genera ilusión.Falta de pegada. El Barca ha perdido gol: siete tantos en cuatro amistosos dice muy poco en favor de un equipo que el año pasado superó la barrera de los cien en la Liga. Es cierto que se ha quedado sin el Pichichi y mejor jugador del mundo -Ronaldo marcó el año pasado 47 goles en 49 partidos- pero tampoco explota sus recursos: Pizzi fue el Bota de Oro hace dos temporadas (37); óscar fue el máximo goleador en la última temporada de Cruyff (10 goles); y Luis Enrique, segundo artillero del año pasado (17), ha quedado desplazado de la zona de definición. Van Gaal apuesta por un media punta como Giovanni para paliar la ausencia de Anderson.

No tiene D.N.I. Las dudas parecen embargar a Van Gaal. Ya sea por la entidad que le supone a los próximos rivales -tanto en la Liga de Campeones (Skonto) como en la Supercopa (Madrid) así como en el arranque de la Liga (Real Sociedad, Valencia y Deportivo)- o porque el material humano del que dispone -no cuenta, por ejemplo, con dos extremos natos ni con un 3 ni con un 6- y no se adapta al guión que exige imitar al Ajax -el equipo que se midió el domingo al Real Madrid reivindicó el sello del grupo holandés por encima de cualquier individualidad y del marcador-, el nuevo entrenador azulgrana parece más partidario de concocer a sus futbolistas y tratar de ponerles a salvo de los resultados que de imponer un esquema de juego: el método, antes que la improvisación. No hay incógnitas en este sentido: el Barca perderá gol, por la ausencia de Ronaldo, a cambio de ganar como grupo.

Interrogantes. No se trata sólamente de perfilar el esquema del equipo sino que hay dudas sobre cual será el papel de futbolistas como Iván de la Peña (su ausencia, por sanción, en el debut. en la Liga de Campeones, ha justificado su no alineación en los últimos partidos) o Luis Enrique, un jugador cuya polivalencia no le impidió el año pasado ganar protagonismo ofensivo en detrimento de la faena defensiva o la propia cantera.