Unzue:"Todavía no hemos visto nada"

Los directores llegaron a la meta con el balance preparado. Eusebio Unzue apareció enigmático, Manolo Saiz, catastrofista y Alvaro Pino, irónico.Eusebio Unzue (Banesto) trató de ser descriptivo ante los Pirineos: "Éste es el Tour en el que se llega a la montaña con más interrogantes sin resolver. Hemos pasado nueve días sin haber visto nada". Eusebio Unzue no se atrevió a hacer pronóstico alguno.Sí lo hizo Manolo Saiz (Once), pero a su estilo: "Mañana (por hoy) va a haber sorpresas desagradables, pero espero que no sean para mí". Saiz no quiso entrar a describir que tipo de sorpresas se iban a...

Los directores llegaron a la meta con el balance preparado. Eusebio Unzue apareció enigmático, Manolo Saiz, catastrofista y Alvaro Pino, irónico.Eusebio Unzue (Banesto) trató de ser descriptivo ante los Pirineos: "Éste es el Tour en el que se llega a la montaña con más interrogantes sin resolver. Hemos pasado nueve días sin haber visto nada". Eusebio Unzue no se atrevió a hacer pronóstico alguno.Sí lo hizo Manolo Saiz (Once), pero a su estilo: "Mañana (por hoy) va a haber sorpresas desagradables, pero espero que no sean para mí". Saiz no quiso entrar a describir que tipo de sorpresas se iban a producir y dejó la amenaza en el aire. Para el técnico del ONCE, las nueve jornadas transcurridas en el llano van a dejar secuelas en muchos corredores.

Álvaro Pino (Kelme) estuvo irónico respecto a las necesidades de Escartín: "¿Que hay que atacar? Que lo hagan otros, que para eso se habla de ellos. Nosotros no tenemos que movernos de momento".

Los corredores dejaron la meta con prisas. Empieza la vigilia de la montaña. Deprisa se iba Escartín (Kelme), un hombre que llega a su terreno en unas buenas condiciones. Escartín fue más modesto que Pino y dejó entrever que tiene bastante respeto a la primera etapa de mañana: "Siempre es una incógnita cómo van a responder tus piernas después de tanto trayecto en llano. Me preocupa lo que pueda pasar hoy, sobre todo si hace mal tiempo". Escartín no habla de atacar, pero sí de estar atento a lo que hagan otros escaladores. "Hay que ver cómo se mueven hombres como Virenque y Leblanc, hombres que están detrás de mí y que se sienten obligados a atacar en los Pirineos. Yo puedo beneficiarme de sus ataques".