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Muñiz felicitó al árbitro

La nota sentimental la puso la afición mallorquina. Y la señorial, Muñiz. Los jugadores del Mallorca celebraron con los cerca de 300 aficionados que les acompañaron a Madrid la victoria. Hacia donde aquellos se encontraban corrieron para dar rienda suelta a la ilusión de un sueño cunmplido cinco años después. Tras esos cinco fracasos, el Mallorca volvió a Primera merced al valor doble del gol de Carlos.Todas las miradas estuvieron puestas en Muñiz, cuya expulsión pareció determinante. Una ve finalizado el partido, y cuando su vestuario se llenó de lágrimas, él se fue al del árbitro, Gracia Red...

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La nota sentimental la puso la afición mallorquina. Y la señorial, Muñiz. Los jugadores del Mallorca celebraron con los cerca de 300 aficionados que les acompañaron a Madrid la victoria. Hacia donde aquellos se encontraban corrieron para dar rienda suelta a la ilusión de un sueño cunmplido cinco años después. Tras esos cinco fracasos, el Mallorca volvió a Primera merced al valor doble del gol de Carlos.Todas las miradas estuvieron puestas en Muñiz, cuya expulsión pareció determinante. Una ve finalizado el partido, y cuando su vestuario se llenó de lágrimas, él se fue al del árbitro, Gracia Redondo. A felicitarle. "Siento lo que hecho, pero la expulsión ha sido justa", le dijo.

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Mientras la ciudad de Palma se echaba a la calle, el Vetuario del Rayo lloraba. Y lo hacía a mandíbula batiente. Pocos pudieron mantener la calma. Y lo peor está por venir. Porque una vez finalizado el último partido de la temporada, todo parece indicar que las deserciones van a abundar.

El futuro de muchos de los jugadores del Rayo es incierto. Sólo Contreras tiene clareo que su destino será el Real Madrid. Pero no será el único que emigre. De Quintana ya ha anunciado que él no jugará con el Rayo en Segunda. Y que así se lo ha hecho saber a la directiva. Tampoco parece que en Vallecas esté el futuro de Ezequiel Castillo, que tiene su mesa llena de ofertas. Y poco queda por decir de Guilherme, que ya ha negociado con el Zaragoza y cuyo adiós está anunciado.

El partido dejó un regusto de fin de curso, de despedidas. Máximo Hernández no buscó culpables. "Se ha demostrado", dijo, "que somos mejores". Mientras él hablaba, el vestuario del Mallorca era un puro jolgorio aderezado por varios miembros del gobierno balear. Llompart, técnico del Mallorca, acudió a la conferencia de prensa y no se olvidó del perdedor: "Pronto se enfrentará a nosotros en Primera".

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