IU acepta el diálogo con el PSOE, pero sólo al máximo nivel de su dirección

El consejo político de Izquierda Unida (IU) aprobó ayer iniciar las conversaciones con el PSOE. Mientras se rompía una parte importante de la organización, IU decidía aceptar el diálogo con. los socialistas. Unas conversaciones llenas de matices y, sobre todo, de reticencias.Prácticamente todas las intervenciones se mostraron cautelosas con la oferta efectuada por el nuevo secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. No se fía nadie. Todos hablan de la necesidad de diálogo, pero todos temen -y alguno lo expresó así de claro- que las palabras de Almunia encierren una trampa. ¿Qué trampa? En re...

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El consejo político de Izquierda Unida (IU) aprobó ayer iniciar las conversaciones con el PSOE. Mientras se rompía una parte importante de la organización, IU decidía aceptar el diálogo con. los socialistas. Unas conversaciones llenas de matices y, sobre todo, de reticencias.Prácticamente todas las intervenciones se mostraron cautelosas con la oferta efectuada por el nuevo secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. No se fía nadie. Todos hablan de la necesidad de diálogo, pero todos temen -y alguno lo expresó así de claro- que las palabras de Almunia encierren una trampa. ¿Qué trampa? En realidad, nadie la concreta, pero recelan con alguna posible doble intención.

En cualquier caso, Julio Anguita aclaró y advirtió que las conversaciones han de hacerse sólo y exclusivamente a través de la dirección de Izquierda Unida. No admite conversaciones a segundos o terceros niveles. Todo debe estar controlado. Anguita evidenció así sus reticencias: "Parece ser que el PSOE ha cambiado; cuando nos sentemos a hablar lo veremos". La confianza y la franqueza no va, a distinguir precisamente las conversaciones con los socialistas.

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Diego López Garrido pidió que se abriera el diálogo con los socialistas de forma generosa y que al igual que el PSOE había abandonado la prepotencia de la casa común y por fin reconocía la existencia de otras izquierdas, Izquierda Unida abandonara definitivamente la teoría de las dos orillas. Y aprovechó para hacer ver la contradicción que suponía hablar de unidad cuando en ese mismo consejo se iba a expulsar a Nueva Izquierda. Luego, Anguita le contestaría diciendo que lo que López Garrido pedía era una abjuración o una jura como la de santa Gadea.

Cuando Anguita tomó la palabra para contestar a todas las intervenciones hizo una premisa importante. Dijo que quería acabar con la manipulación de algunos medios de comunicación y con la consigna "de que apoyamos a la derecha". Por eso, aclaró, había incluido en su informe la estadística de todas las votaciones del Congreso.

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