Cascos aplicará al PSOE "el principio físico y político de la acción-reacción"

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, entiende la política "como el principio físico de la acción y reacción". Así reconoció ayer que ha funcionado hasta ahora y así avisó a Joaquín Almunia, el nuevo secretario general del PSOE, de cómo se comportará en el futuro. Poco le importa a Cascos que al frente del partido político adversario se haya producido el pasado fin de semana un importante relevo y que Felipe González, al que ha reservado siempre sus más feroces ataques, haya desaparecido del primer plano de la escena.Sobre la política de la acción reacción, Cascos a...

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El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, entiende la política "como el principio físico de la acción y reacción". Así reconoció ayer que ha funcionado hasta ahora y así avisó a Joaquín Almunia, el nuevo secretario general del PSOE, de cómo se comportará en el futuro. Poco le importa a Cascos que al frente del partido político adversario se haya producido el pasado fin de semana un importante relevo y que Felipe González, al que ha reservado siempre sus más feroces ataques, haya desaparecido del primer plano de la escena.Sobre la política de la acción reacción, Cascos añadió: "Algunas veces supongo que habré impulsado acciones que han motivado reacciones de otros y otras veces he reaccionado a acciones de algunos, cosa que me parece normal y que no va a cambiar porque va en la lógica y el sentido común de la vida misma".

Cascos, ayer y en tono sosegado, confesó a los periodistas en el Congreso de los Diputados que nunca ha creído en las estrategias de los partidos que apuestan por fomentar los enfrentamientos y las tensiones personales. Y ahí aclaró que no tiene ninguna animadversión directa hacia González. Por esta razón, restó trascendencia al cambio en la dirección del PSOE y rechazó que ese giro pueda variar, en ningún caso, tanto el tono político de su Gobierno como el de su partido o el suyo propio en el próximo periodo de sesiones, tras las vacaciones de verano.

También reveló Cascos que esas estrategias de enfrentamiento político, según su criterio, poco o nada tienen que ver con las personas, sino con los partidos. En cualquier caso, tampoco las considera negativas ni "misteriosas", sino lógicas y normales en el contexto de la vida política y parlamentaria no sólo de España, sino de los países democráticos de nuestro entorno. De cualquier forma,, consideró artificial el intento de calificar como "crispación" el ciclo de sesiones que concluye y mucho menos si se intenta comparar con el sufrido por el PSOE en 1994 y 1995.

Lo que tampoco acepta Cascos, según comentó, es el tradicional reparto de papeles entre un dirigente con la cara buena y otro con la mala que se atribuye a la cúpula de muchos partidos y que durante años funcionó en el PSOE y aun más en el PP.

De Grandes confía en Almunia

Por otro lado, el portavoz parlamentario del PP, Luis de Grandes, efectuó ayer un balance totalmente positivo del periodo político concluido, de la actuación de su partido, del Gobierno y del liderazgo de José María Aznar y quiso ser especialmente conciliador con el nuevo secretario general del PSOE.De Grandes sí piensa que el cambio de interlocutor político, Almunia por González, ayudará a que el próximo periodo de sesiones sea más tranquilo. En su opinión, se podrán consensuar grandes temas de Estado y la oposición planteará, por fin y claramente, sus alternativas.

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