Se Volvieron las tornas

La Asturias futbolística se dispone a vivir el derby más importante de la última década, desde que el Oviedo y el Sporting se reencontraron en primera, en 1988. El partido de la máxima rivalidad ha tomado un giro inesperado, sobre todo contemplado con la perspectiva de dos meses atrás: a mediados de abril, el Sporting estaba en zona de descenso y los vecinos de la capital, mejor clasificados y con un calendario más asequible, se frotaban las manos ante la perspectiva de ponerle la puntilla en el Tartiere.Desde Gijón, una vez que el Sporting aseguró la permanencia, no han cesado de manda...

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La Asturias futbolística se dispone a vivir el derby más importante de la última década, desde que el Oviedo y el Sporting se reencontraron en primera, en 1988. El partido de la máxima rivalidad ha tomado un giro inesperado, sobre todo contemplado con la perspectiva de dos meses atrás: a mediados de abril, el Sporting estaba en zona de descenso y los vecinos de la capital, mejor clasificados y con un calendario más asequible, se frotaban las manos ante la perspectiva de ponerle la puntilla en el Tartiere.Desde Gijón, una vez que el Sporting aseguró la permanencia, no han cesado de mandar recados al Oviedo. Recordaban las palabras del alcalde, Gabino de Lorenzo, deseando el descenso del Sporting; o del presidente, Eugenio Prieto, advirtiendo que su equipo no se iba a prestar a ningún arreglo en caso de que los rojiblancos lo necesitasen. Ahora, un sector del esportinguismo pasa factura, aunque el entrenador, Montes, ex jugador del Oviedo y buen amigo de Novo, prefiere que el rival se mantenga.

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