BALONCESTO

El Barcelona restituye el orden

El conjunto catalán barre al Unicaja y fuerza el quinto partido

UNICAJA MÁLAGA 80 - BARCELONA 103Otra vez el Barcelona ha sacado lo mejor de sí mismo cuando se ha visto contra las cuerdas. La amenaza de quedar fuera de la competición ha tenido la misma respuesta que en Bolonia: una incontestable demostración de autoridad. Los de Aíto García Reneses han vuelto a truncar el sueño de David y han restituido el orden lógico de las cosas con un equilibrado ejercicio de poderío físico y talento que en nada se pareció a su actuación en los anteriores partidos de la serie, incluido el que ganaron en Barcelona.Puede que a Unicaja le pesara el miedo a gan...

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UNICAJA MÁLAGA 80 - BARCELONA 103Otra vez el Barcelona ha sacado lo mejor de sí mismo cuando se ha visto contra las cuerdas. La amenaza de quedar fuera de la competición ha tenido la misma respuesta que en Bolonia: una incontestable demostración de autoridad. Los de Aíto García Reneses han vuelto a truncar el sueño de David y han restituido el orden lógico de las cosas con un equilibrado ejercicio de poderío físico y talento que en nada se pareció a su actuación en los anteriores partidos de la serie, incluido el que ganaron en Barcelona.Puede que a Unicaja le pesara el miedo a ganar. Su desparpajo le ha valido hasta ahora para incordiar al poder establecido pero flaquea cuando llega el momento de ejecutar la sentencia. En un partido de alta intensidad característica que empieza a ser el denominador común de los enfrentamientos entre estos dos equipos, los malagueños apenas tuvieron opciones. No tuvo esta vez reservas Aíto García Reneses. La temporada estaba en juego, y escogió la artillería pesada para el quinteto inicial, en el que juntó a Djordjevic, Fernández y Karnisovas. Y a la hora de la verdad, las estrellas respondieron a lo que se espera de ellas. Djordjevic, bastante recuperado de su lesión, volvió a marcar el ritmo del partido a su antojo; Karnisovas recuperó su determinación, anotó e impidió una nueva salida fulgurante de Babkov, y Mustaf impuso su calidad bajo el tablero en una de sus mejores actuaciones desde que llegó al Barcelona.

Unicaja Málaga: Nacho Rodríguez, Ávalos (2), Babkov (26), Reyes (22), Miller (10) -quinteto inicial- Gaby Ruiz (10), Tomás Jofresa (6), Thomas (2) y Guillén (2)

Barcelona: Djiordjevic (17), Fernández (4), Karnisovas (19), Mustaf (18), Rivas (12) -quinteto inicial-, Esteller (11), Dueñas (10), Rafael Jofresa (4), Jiménez (5) y Bosch (3). Árbitros: Mitjana, Sancha y Martín Bertrán. Unos 5.000 espectadores en el Pabellón Ciudad Jardín de Málaga. Cuarto partido del play-off de cuartos de final al mejor de cinco. La eliminatoria está empatada a dos victorias. El último encuentro se jugará el jueves 17 en el Palau Blaugrana de Barcelona.

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Los recursos ofensivos de Unicaja eran por el contrario escasos. Sin la inspiración de Babkov, casi todas las opciones pasaron por las manos de Alfonso Reyes, que en la primera mitad anotó 15 puntos con cinco canastas de otros tantos intentos. Pero el juego interior de Unicaja no brindaba nada más. Con Thomas sentado en el banquillo -sólo actuó seis minutos- por su lesión de menisco, Miller acabó desquiciado por el poderío de Rivas, Mustaf y Dueñas. El BarÇa dominó el rebote de manera apabullante (40 por 21), faceta en la que el joven Roberto Dueñas no tuvo contestación, y él solo capturó 14.

En un encuentro con demasiadas faltas personales (51), el Barcelona apabulló también a Unicaja desde la línea de tiros libres. Mientras los azulgrana encestaron 32 de sus 35 opciones, Unicaja sólo convirtió 15 de 25 intentos. Demasiada concesión.

El Barcelona tuvo casi siempre una renta cómoda en el marcador. Al descanso se marchó con 14 puntos de ventaja (38-52), que se ampliaron a 17 a los cuatro minutos de la reanudación. Un parcial de 11-0 (56-62) devolvió la ilusión a los malagueños, pero el Barcelona mantuvo la sangre fría para resistir el achuchón, pese a que el ambiente se recargó de tensión y de ira contra las decisiones arbitrales. En apenas dos minutos volvió a estirar el marcador por encima de la decena (58-68, M. 11), coincidiendo con los minutos más inspirados de Jerrod Mustaf, que hizo una exhibición de entradas a canastas.

La reacción fue producto de la inspiración de Babkov, pero el recorte de distancias no tuvo efecto sobre sus compañeros. Solo él era capaz de romper la defensa del Barça. Con el paso de los minutos apareció la desesperación y la precipitación. La mala selección del tiro permitió al Barcelona rápidos contraataques hasta cimentar una diferencia que en los últimos tres minutos rondó la veintena de puntos.

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