Inflación en los blindajes

Hace un año, los principales acuerdos que fijaban una cláusula de rescisión no sobrepasaban los 2.000 millones de pesetas. Ahora, 5.000 millones es una cifra orientativa para muchos blindajes. El fútbol español sigue sometido a una fuerte inflación que no encuentra final: 2.000 millones es ahora una cifra asequible, situación en la que se encuentran jugadores como Alfonso (2.000), Guardiola (1.200) y Guerrero (1.200). Comprar toda la Primera en 1994 costaba cerca de 180.000 millones de pesetas. Ahora mismo ese valor debe haberse doblado.

El Deportivo fue el primer club en blindar su...

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Hace un año, los principales acuerdos que fijaban una cláusula de rescisión no sobrepasaban los 2.000 millones de pesetas. Ahora, 5.000 millones es una cifra orientativa para muchos blindajes. El fútbol español sigue sometido a una fuerte inflación que no encuentra final: 2.000 millones es ahora una cifra asequible, situación en la que se encuentran jugadores como Alfonso (2.000), Guardiola (1.200) y Guerrero (1.200). Comprar toda la Primera en 1994 costaba cerca de 180.000 millones de pesetas. Ahora mismo ese valor debe haberse doblado.

El Deportivo fue el primer club en blindar sus fichajes con cláusulas que superaban la media. Es así como Mauro Silva subió su cláusula hasta los 3.000 millones o como nuevas adquisiciones como Rivaldo o Conceigao se situaron en los 4.000, casi al tiempo que el Barça ponía precio a Ronaldo: 4.000 millones.

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Unos meses después, las cifras vuelven a quedarse obsoletas. El Madrid ficha al italiano Panucci y le coloca una cláusula de 4.500 millones, la misma que luego pondría en el contrato del brasileño Zé Roberto. Hierro renovaba contrato y aceptaba firmar una cláusula de 5.000 millones. Y Raúl batió temporalmente el récord con una de 6.000. Entretanto, el Barcelona sigue sin rematar un acuerdo con Ronaldo, cuya cláusula pasaría a ser de 10.000 millones de pesetas. Adquisiciones bien recientes como las del argentino Burrito Ortega, del Valencia, siguen esta tendencia: 5.600 millones.

Quienes fueron fichados por Robson valen más que los hombres crecidos a la sombra de Cruyff. Giovanni, Vítor Baía y hasta Amunike, por ejemplo, tienen una cláusula de 3.000 millones, superior a los 2.000 millones que figuran en la de de la Peña. Tras el despido de Cruyff, el club ató a los canteranos y, para evitar odiosas comparaciones, blindó por la misma suma a Celades y Roger (2.000).

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