Entrevista:

"Sabemos que en el teatro de la Zarzuela se pasa mucho frío"

Las 70 voces que desde hace 19 años forman el coro del teatro de la Zarzuela, en Madrid, estuvieron a punto de darle un considerable susto a Emilio Sagi, titular del centro, con el anuncio de una huelga que hubiera dado al traste, primero con el estreno de El rey que rabió, y luego de posteriores montajes como La chulapona, Don Giovanni o La flauta mágica. Diecinueve gargantas silenciosas haciendo temblar la temporada entera, cuyo final irá este año seguido de las obras de remodelación de este viejo y entrañable teatro del centro de Madrid. La amenaza de paro se esfumó, y ...

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Las 70 voces que desde hace 19 años forman el coro del teatro de la Zarzuela, en Madrid, estuvieron a punto de darle un considerable susto a Emilio Sagi, titular del centro, con el anuncio de una huelga que hubiera dado al traste, primero con el estreno de El rey que rabió, y luego de posteriores montajes como La chulapona, Don Giovanni o La flauta mágica. Diecinueve gargantas silenciosas haciendo temblar la temporada entera, cuyo final irá este año seguido de las obras de remodelación de este viejo y entrañable teatro del centro de Madrid. La amenaza de paro se esfumó, y Emilio Sagi (Oviedo, 1948) seguro que respiró aliviado al ver cómo el telón se levantaba y arrancaban las representaciones de la obra de Ruperto Chapí. A Sagi, escenógrafo antes que gestor, no le cuesta enumerar los achaques de un edificio que ha cumplido 141 años, pero ignora la cifra exacta de dinero que costará su modernización.Pregunta. ¿Es usted un defensor a ultranza de la zarzuela?

Respuesta. Efectivamente. Es un género único y autóctono que triunfa en todo el mundo y ante un tipo muy variado de público. Los jóvenes, cuando vienen y escuchan las canciones, siempre las identifican. Pero el tufo reaccionario que se ha querido dar a la zarzuela ha deteriorado la afición por el género. Es absurdo; Bretón y Chueca predicaban la libertad y la tolerancia.

P.¿Qué ocurrirá durante el parón por obras?

R. No habrá tal parón. Tenemos que trabajar preparando la próxima temporada. Las obras son absolutamente necesarias, durarán seis meses y creo que costarán unos cien millones.

P. Con la mano en el corazón: ¿cuáles son los defectos de este teatro?

R. Primero, el frío. El público ve las funciones con el abrigo puesto. Los artistas corren el riesgo de acatarrarse. La calefacción es prioritaria. Luego están las carencias de todo teatro viejo: faltan lugares para ensayar, no hay sala para maestros, deben mejorarse los servicios y repasar la acústica. Pero el escenario es magnífico.

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P. ¿Cómo les afectará la función diaria y la apertura del Teatro Real?

R. Muy positivamente. Madrid forma parte del circuito europeo del turismo cultural. Cuanta más oferta, mejor. Nosotros seguiremos programando danza y seguramente alguna ópera.

P. Su coro amenazó con una huelga y quiere trasladarse al Real.

R. Es un asunto que no depende de mí y que se está negociando con el Ministerio de Cultura. Ya veremos hasta dónde llegan las conversaciones. El coro trabaja en este teatro, y lo hace muy bien.

El rey que rabió. Hasta el 28 de enero. Teatro de la Zarzuela. Jovellanos, 4.

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