Un amigo, por favor

Un minusválido empapela la Complutense en busca de compañía para viajar a Italia

El mensaje es tan conmovedor como tajante: "Busco a alguien que quiera venir conmigo a Italia. El viaje lo pago yo. En marzo". Un teléfono y el dibujo de una silla de ruedas acompaña la firma.Se llama Antonio Prieto, acaba de cumplir 34 años, es licenciado en Historia, alumno de quinto curso de Educación, viaja en silla de ruedas y tiene un sueño que le mantiene en vela desde hace tiempo: encontrar a alguien que le acompañe a Italia y empuje la silla que le ata.

Lo intentó hace tres años, pero nadie respondió a su anuncio. Ahora ha vuelto a empapelar con mensajes la Complutense en busca...

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El mensaje es tan conmovedor como tajante: "Busco a alguien que quiera venir conmigo a Italia. El viaje lo pago yo. En marzo". Un teléfono y el dibujo de una silla de ruedas acompaña la firma.Se llama Antonio Prieto, acaba de cumplir 34 años, es licenciado en Historia, alumno de quinto curso de Educación, viaja en silla de ruedas y tiene un sueño que le mantiene en vela desde hace tiempo: encontrar a alguien que le acompañe a Italia y empuje la silla que le ata.

Lo intentó hace tres años, pero nadie respondió a su anuncio. Ahora ha vuelto a empapelar con mensajes la Complutense en busca de ese incierto amigo viajero.

El chico explica su empeño: "Es la ilusión de mi vida. A pesar de que tengo una parálisis cerebral, no necesito que nadie me cuide. Sólo quiero un compañero de viaje". A cambio de compañía, Antonio, con las 200.000 pesetas que tiene ahorradas, costeará el viaje y todos los gastos. Además del dinero pone por delante su simpatía. "Yo no soy una carga. Lo único que tengo es la desgracia de ir en silla de ruedas", señala.

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