La Bolsa de Madrid sube el 1,94%, el aumento más fuerte de 1996

El creciente número de posibilidades de España de estar en la primera fase de la moneda única se ha reflejado en sus mercados financieros y ha dado lugar a la subida más fuerte de este año en la Bolsa, 7,84 puntos (el 1,94%), con un cierre de 410,97%. Además, se produjo un nuevo mínimo histórico en el diferencial con la deuda alemana, que se situaba al cierre en 1,07 puntos.El índice general de la Bolsa de Madrid subía al cierre un 1,94% y quedaba a sólo 45 centésimas del nivel máximo de su historia, al tiempo que el volumen negociado ascendió a 78.120 millones de pesetas, el segundo en import...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El creciente número de posibilidades de España de estar en la primera fase de la moneda única se ha reflejado en sus mercados financieros y ha dado lugar a la subida más fuerte de este año en la Bolsa, 7,84 puntos (el 1,94%), con un cierre de 410,97%. Además, se produjo un nuevo mínimo histórico en el diferencial con la deuda alemana, que se situaba al cierre en 1,07 puntos.El índice general de la Bolsa de Madrid subía al cierre un 1,94% y quedaba a sólo 45 centésimas del nivel máximo de su historia, al tiempo que el volumen negociado ascendió a 78.120 millones de pesetas, el segundo en importancia de este año tras los 93.000 millones contratados al conocerse los resultados de las últimas elecciones, con la diferencia de que en aquella ocasión se trataba de la absorción de papel por parte de las instituciones.

El presidente de la Bolsa de Nueva York, Richard A. Grasso, dijo ayer en Madrid que la buena situación económica que vive España atraerá a los inversores estadounidenses y aseguró que el número de empresas españolas que cotizan en Wall Street podría duplicarse. Grasso viajó a Madrid para estrechar lazos con la Bolsa de Madrid.

La rentabilidad de la deuda a diez años quedaba al final de la sesión en el 6,92%, todavía por encima de los mínimos del ejercicio, pero en una abierta demostración de que la economía española aún puede recortar sus tipos de interés en un plazo más o menos breves. Esta posibilidad está apoyada en la evolución de la inflación, quizá el mejor argumento en favor de España para estar en esa primera fase del euro. El diferencial con el bono alemán sí volvió a marcar mínimos (1,07).

La peseta también tuvo un comportamiento positivo frente a las monedas europeas, aunque la inestabilidad del dólar restó 1,25 pesetas a la paridad entre ambas monedas. El Banco de España fijó un cambio medio de 130,88 pesetas por dólar, mientras que contra el marco el cruce de precios era a 84,13 pesetas, diez céntimos por debajo del cambio del pasado viernes.

Archivado En