Reportaje:

La salida anunciada del fiscal Orti

El Consejo de Ministros aprobó ayer la solicitud de excedencia formulada por el fiscal de la Audiencia Nacional Florentino Orti, quien ha decidido aceptar una oferta del bufete de abogados J & A Garrigues, en proceso de fusión con Andersen Consulting, para incorporarse a su departamento económico penal.

Aunque anunciada, se trata de una nueva baja. Con esta salida y el próximo traslado forzoso de José Aranda, paradójicamente quedan fuera de la Fiscalía de la Audiencia Nacional los dos hombres que impulsaron la querella contra Mario Conde y los antiguos administradores de Banesto, qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Consejo de Ministros aprobó ayer la solicitud de excedencia formulada por el fiscal de la Audiencia Nacional Florentino Orti, quien ha decidido aceptar una oferta del bufete de abogados J & A Garrigues, en proceso de fusión con Andersen Consulting, para incorporarse a su departamento económico penal.

Aunque anunciada, se trata de una nueva baja. Con esta salida y el próximo traslado forzoso de José Aranda, paradójicamente quedan fuera de la Fiscalía de la Audiencia Nacional los dos hombres que impulsaron la querella contra Mario Conde y los antiguos administradores de Banesto, que dio lugar a una de las instrucciones sumariales más importantes en grandes delitos económicos de este país. Tino Orti se incorporó a la Fiscalía el verano de 1990. Trabajó en la instrucción de varios casos sonados en el juzgado número 3 a cargo de Miguel Moreiras. Y en mayo de 1994, a sugerencia de Aranda, para quien Orti siempre fue como un séptimo hijo, empezó a estudiar los documentos enviados por el Banco de España primero a Carlos Granados, entonces fiscal general del Estado, y luego a la Audiencia Nacional.

La querella

Fue Orti quien redactó la querella, basándose en el auxilio prestado, en base al Estatuto del Ministerio Fiscal, por dos inspectores del Banco de España, Juan Román y Juan Carlos Monje. Ambos colaboraron con Orti a partir del 15 de septiembre de 1994.Orti y el juez Manuel García-Castellón condujeron la instrucción del caso Banesto con una sintonía total, desde la decisión misma de enviar a Conde y a Arturo Romaní a la cárcel, en diciembre de 1994, con un auto de prisión incondicional sin fianza.

El trabajo de Orti, que hoy tiene 37 años, fue ingente. Nunca desmayó. Como en todo trabajo, hay puntos fuertes y débiles. Uno de los pocos de Ortí fue su falta de decisión para redondear la Operación Carburos (1.344 millones desaparecidos y hoy en poder de la Fundación Levis, de Conde y Romaní) con la inculpación de Jacques Hachuel junto a Conde, Romaní y Pérez Escolar. Hachuel había prestado el apoyo logístico en Suiza y Liechtenstein para la presunta apropiación indebida.

El otro punto débil fue su pasividad frente la comisión rogatoria suiza, en la que él mismo participó, con el argumento de que era necesario acabar cuanto antes la instrucción. Nadie es perfecto.

Archivado En