GENTE

PIEDRAS POLARES

"Necesito ayuda. Sáquenme de aquí". Con este mensaje de socorro ponía fin a última hora del miércoles el explorador británico Ranulph Fiennes, de 53 años, a su intento de atravesar a solas y sin ayuda de perros la Antártida. Unas inoportunas piedras en el riñón le han dejado tronzado en el Polo Sur, cuando llevaba ya recorridos 720 de los casi 3.000 kilómetros que se proponía cubrir. El intenso frío y la deshidratación provocaron los cálculos que le forzaron a permanecer echado en su tienda durante dos días. Fiennes inició la larga caminata con el objeto de recaudar 200 millones de pese...

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"Necesito ayuda. Sáquenme de aquí". Con este mensaje de socorro ponía fin a última hora del miércoles el explorador británico Ranulph Fiennes, de 53 años, a su intento de atravesar a solas y sin ayuda de perros la Antártida. Unas inoportunas piedras en el riñón le han dejado tronzado en el Polo Sur, cuando llevaba ya recorridos 720 de los casi 3.000 kilómetros que se proponía cubrir. El intenso frío y la deshidratación provocaron los cálculos que le forzaron a permanecer echado en su tienda durante dos días. Fiennes inició la larga caminata con el objeto de recaudar 200 millones de pesetas para la asociación caritativa Breakthrough, que investiga el cáncer de mama. En el momento de claudicar, el aventurero iba algo por detrás de su mayor rival, el noruego Borge Ousland, 20 años más joven. A pesar de la derrota, será difícil que se arredre en el futuro. Nombrado sir por Isabel II de Inglaterra, el Polo, como él mismo ha dicho, es un territorio despiadado que le atrae.

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